ZARAGOZA| El Casademont Zaragoza vence, pero no convence. Este podría ser perfectamente el titular de la victoria de ayer del conjunto rojillo ante Maroussi BC (80-68). El Casademont logró el pase a los cuartos de final de la FIBA Europe Cup en un partido gris y sin poder esclarecer las dudas que hay sobre el equipo. El cuadro aragonés ya suma 2 triunfos consecutivos entre Liga Endesa y competición europea y sigue avanzando, pero no se puede estar demasiado satisfecho con el desempeño reciente del plantel de Fisac.
En el duelo ante Maroussi, costó mucho imponer el juego local. Contando con el público a favor y con una plantilla superior cualitativamente, todo hacía indicar que el Casademont debía lograr la victoria de manera solvente. Sin embargo, no fue así y eso que el ‘roster’ zaragozano empezó el choque bien, encontrando bajo el aro a Bango y circulando el balón correctamente. El 23-15 final de los primeros 10 minutos daba a pensar en un buen partido, pero todo cambió en el segundo periodo. A partir de ahí, desapareció el Casademont Zaragoza de la Liga Endesa y apareció el del torneo continental. Poco juego colectivo, muchas individualidades y errores en ambos lados de la pista permitieron que el cuadro griego se metiera de lleno en el encuentro. A la vez, el ambiente se empezó a enrarecer y el pabellón se silenció poco a poco. Mala señal; si el Príncipe Felipe está callado, es que algo no va bien.
En la primera parte, el Maroussi no llegó a situarse por delante en el marcador, pero llegó al descanso tan solo un punto abajo (41-40). El equipo dirigido por Porfi Fisac debía ganar por 10 puntos o más si ayer ya quería lograr la clasificación como finalmente hizo. La segunda parte tampoco arrancó demasiado bien, pues el Casademont seguía siendo muy plano. Esta vez sí, el conjunto heleno se situó por delante, aunque con una mínima ventaja. Esto, junto a un mediocre arbitraje, provocaron los primeros silbidos desde la grada. Afortunadamente, los jugadores locales reaccionaron y, de la mano de un trio perimetral formado por Bell-Haynes, Spissu y Miguel González (algo poco habitual), empezaron a coger una buena ventaja hasta superar el +10 necesario.
Los últimos instantes del encuentro fueron más tranquilos y el Casademont logró cerrar una victoria fundamental para disputar la última jornada de la segunda fase con menos presión. El próximo miércoles 5 de febrero (20.30 horas) recibirá al Tofas Bursa, con el que se jugará el liderato del grupo. Si el Casademont gana, será líder; si pierde, deberá hacerlo por menos de 21 puntos. Además -para sumar algo más de picante- si el Tofas cae, hay opciones pero pocas de que quede eliminado. El conjunto rojillo debe seguir mejorando y evitar estas pájaras a las que nos tiene acostumbrados en Europa si realmente quiere ganar la competición.