El técnico del CAI Zaragoza ha atendido a los medios de comunicación para hablar de cómo está viendo al equipo superados los dos primeros partidos de preparación, así como para hablar de los cambios de planificación que ha sufrido la pretemporada del conjunto aragonés.
Superadas los primeros compases de la pretemporada, el catalán se muestra exigente: “Nos queda todavía. Han sido dos semanas de mucha carga, tanto a nivel físico como técnico, sobre todo la pasada en Benasque”, destaca sobre la concentración. “Esta semana estamos trabajando más situaciones tácticas, poniendo a punto algunos jugadores y adaptando a otros al nivel ACB”, subraya.
Para ello contaba con la cita del II Trofeo Fundación CID de Burgos, que ha sido cancelado: “Nos ha trastocado todo. Lo ideal era jugar muchos partidos ACB y dos partidos en el mismo sitio. Ahora tenemos que hacer 1.400 kilómetros en un día: una paliza de 7 horas de autobús muy grande para el equipo”, asegura pensando en las cargas de esfuerzo. “Eso nos ha hecho variar la composición y ahora estamos a punto de cerrar un partido a puerta cerrada contra el Peñas el sábado, además el encuentro contra Murcia”, recuerda sobre el compromiso de mañana.
Valorando estas primeras semanas de trabajo, Casadevall demuestra su ambición: “Contento no estoy nunca. Siempre pienso que hay cosas que mejorar”, defiende. “En defensa hay mucho que mejorar y en ataque, a medida que vayamos recuperando físicamente jugadores importantes como Norel o Gecevicius, iremos progresando”, asevera convencido. “Mis exigencias son altas porque quiero que la gente nueva dé el paso definitivo para poder competir en la Liga Endesa y nos aporte un nivel alto en los entrenamientos”, desea para llegar en las mejores condiciones al comienzo de competición.
Profundizando en la situación de Gecevicius, el de Santa Coloma no tiene duda de que conforme coja forma y se adapte al equipo dará un salto de calidad: “Es un tirador y a estos jugadores, si no tienen las piernas bien, les cuesta ver el aro. Además hay que conocerle, saber dónde y cuándo hay que buscarle. En los entrenamientos se ve más fácil pero en los partidos la oposición es más dura y cuesta más verlo”, justifica.
Hasta entonces y con miras al debut oficial, el entrenador incide en el trabajo que la disciplina rojilla tiene por delante:“Tanto los jugadores como yo trabajamos para dar el máximo. Lo que no quiero es que nos vengamos abajo. Miedo a nadie, pero respeto a todos”, esgrime. “Hay que luchar en cada partido porque tenemos un calendario complicado pero se puede ganar. Mi objetivo es que los jugadores tengan confianza porque si no se lo transmitimos al contrario. Quiero jugadores con seguridad en lo que estamos haciendo”, concluye el preparador rojillo.