La SD Huesca deja atrás un mes de enero donde la entidad de los rivales podía suponer un periodo de dudas. Nada más lejos de la realidad, la victoria ante el Osasuna ha reafirmado a unos pupilos de Rubi que derrocharon ímpetu, tesón, fútbol y mucho poso. El suficiente para sufrir cuando el rival achuchó y penalizar cuando dejó un resquicio por dónde hacerle daño, dejando la sensación de que esto va muy en serio. Una victoria de peso que reafirma a los azulgranas en la primera posición de la tabla, donde gozan de una renta cada vez más importante.
Remiro (7)
Participativo: Debido a la presión rival -sobre todo en los inicios de cada parte- le tocó ser protagonista con ese juego de pies que tan bien domina. En su juego de manos tampoco estuvo muy exigido pero cumplió. Un par de palos mordidos pusieron algo de suspense.
Alexander (8)
Asentado: Su partido volvió a ser muy serio en defensa y con pequeños destellos en ataque, donde su potencia física le permitió atacar espacios y exigir al rival defensivamente. Sin apenas errores, evidencia que con rigor y trabajo es un lateral muy duro y correoso.
Pulido (8,5)
Sobrio: Es el defensor silencioso del equipo. Su forma de entender las coberturas y de anticipar las jugadas es muy inteligente, y todo desde una sobriedad asombrosa. No ha concedido una falta de más ni un metro de menos.
Jair (8,5)
Poderoso: Ante dos atacantes rocosos y duros supo elevar el nivel físico y el equipo lo agradeció. Potente en las disputas y muy rápido en los balones a la espalda. Pese al sufrimiento en el comienzo de la segunda mitad, en todo momento dio sensación de superioridad.
Brežančić (7,5)
Recuperado: Verle en el once inicial fue una de las mejores noticias. La tarjeta amarilla pudo suponerle un problema, pero el jugador serbio jugó con inteligencia. Defensivamente supo sufrir cuando tocaba -aunque la presencia de Ferreiro le benefició mucho- y en ataque apareció poco, pero bien.
Aguilera (8,5)
Sereno: Una vez más tiró de jerarquía e inteligencia. En un tramo de juego donde Quique pareció buscarle las cosquillas, el medio madrileño fue ejemplar. Reposado, e inteligente tácticamente, no derrochó una gota de sudor sin la efectividad que acostumbra.
Sastre (8,5)
Preciso: Es el cartabón del equipo. Todo lo realiza con una precisión milimétrica, y además, su trabajo es muy solidario. Ya sea tocando, acelerando o pausando, sus aportaciones elevan el nivel futbolístico.
Melero (8,5)
Incombustible: Dejando un trabajo buenísimo, se cansó de robar cuando el equipo presionaba al rival para luego jugar con facilidad y aportar esa suavidad en sus elecciones con balón. Una bicicleta al borde del área estuvo a punto de dejar un gol de muchos quilates.
Gallar (8,5) | EL MEJOR
Convencido: Desde el mismo inicio de la jugada que a la postre supuso el único y decisivo gol se le vio convencido en la presión y muy efectivo en la resolución, dejando una primera parte de mucho nivel. El paso de los minutos le pasó factura y terminó siendo sustituido.
‘Chimy’ Ávila (8,5)
Vertical: Es tal el grado de fe que posee en estos momentos que todo lo que toca lleva peligro. Incisivo y ambicioso como siempre, fue un auténtico taladro cada vez que corría a los espacios. Al final terminó sustituido con un trabajo sobre el césped colosal.
‘Cucho’ (7)
Desafortunado: Está claro que le falta un poco de confianza, pero primero tras un gran cabezazo y después con un remate a bocajarro no tuvo fortuna de cara a gol. Mejor en punta que en banda, su irrupción física en esta segunda vuelta es cuestión de tiempo. Al final se marchó sustituido con síntomas de dolor.
Los cambios
Ferreiro (7,5)
Fundamental: Rubi, con su entrada, permitió volver a dar equilibrio y el gallego, productivo como siempre, no falló. Incisivo por banda y con ese funambulismo de pies que nos tiene acostumbrados, guardó, repartió y eligió siempre la mejor opción. Un seguro de vida y un recambio de auténtico lujo.
Kilian (8)
Eléctrico: Verle de nuevo en el verde fue la mejor de las noticias, pero además cayó de pie. Su irrupción estuvo marcada por su electricidad, su físico y su profundidad, que fueron un bálsamo para una banda -la derecha azulgrana- que veía cómo era amenazada. Una llegada afortunada repleta de buenas sensaciones.
Rescaldani (s.c.)
Paciente: En unos minutos que se preveían complicados supo realizar a la perfección la tarea que a buen seguro le habían encomendado: guardar balones. Sin tiempo para mucho más, todo lo que aportó tuvo lógica y efectividad.
NOTA GLOBAL: 8