Las piernas entre los corredores que el pasado lunes comenzaron la segunda edición de Pirineos Fit. La carrera por etapas del Pirineo se despide de Canfranc con una prueba espectacular. Jaca coge el testigo este sábado con la última carrera de maratón y medio maratón. Y por la noche, la gala de despedida.
Conforme pasan los días, los kilómetros y se acumulan los desniveles, los trailrunners de Pirineos Fit muestran en sus caras la fatiga, el cansancio acumulado. Los que empezaron el lunes y los que lo hicieron el jueves. El medio maratón entre Candanchú y Canfranc fue duro. La desorientación del grueso de corredores les llevó a almacenar más esfuerzo y ha pasado factura. Esta mañana, en Canfranc, en otra etapa de bella factura firmada por Alex Varela, hubo muchos que decidieron no salir.
Pero el ánimo sigue entre los que quedan. Y la jornada deja la mezcla de placer y esfuerzo, de pasión y dolor por una afición brutal: la de correr por montaña. Cuando la murciana Irma Lorena cruzó la línea de meta cogió aire y rescató fuerzas para dar sus impresiones sobre la etapa Canfranc-Canfranc al speaker de la prueba. Su cara era ejemplo del esfuerzo. Del de hoy, y del que lleva cumulado tras la Candanchú-Canfranc. Es lo que tiene la emoción de cruzar bajo el arco de meta cuando en tu cabeza y en tu corazón se agolpan 20,2 kilómetros y 1.170 metros de desnivel acumulado. Cuando se mezcla el esfuerzo y la satisfacción, la dureza del deporte y la alegría de llegar. “El recorrido es espectacular”. Con este entrecomillado, Irma acota su impresión de los kilómetros y metros desnivele. Ha disfrutado. Y eso es lo importante. A veces más que la propia competición. Y esta murciana de origen ecuatoriano lo ha pasado bien. Y eso que el trazado diseñado por Álex Varela puso de saque una ‘tachuela’ respetable. “En la primera subida de hoy te preguntas si tiene fin”, dice la corredora que ha llegado a Pirineos Fit, en el apartado Experience, con la intención de entrenar para su próximo compromiso: la 60 k de Sierra Nevada, mientras se olvida de un esguince de tobillo.
Conforme pasan los días y se almacenan kilómetros y desniveles entre quienes arrancaron esta semana de 190 horas que tiene en el trail de montaña su particular territorio, los cuerpos se resienten. Queda la jornada de este sábado, en Jaca, pero ya ha empezado la catarata de emociones. Muchos lo hacen al entrar en meta y no lo disimulan. Lorena González ha entrado de la mano de su hijo Eneko –como lo hace desde el lunes- y seguro que pensando en su niña Laia de un año que está en Elda (Alicante). Ha roto en lágrimas de emoción, de felicidad. Y pronto con los suyos.
Pirineos Fit avanza a velocidad de crucero y en el bosquejo se ven jóvenes con una gran progresión. El vitoriano Ander Gavia Churruca es uno de ellos. En diciembre cumple 18 años este esperanzador estudiante de Inef –el 14 le dicen si tiene plaza- que tiene en su padre, Gorka, y en Javi Dominguez, el espejo donde reflejarse. Ni su madre, Merche, ni su hermano pequeño Danel, son tan deportistas. Ander tiene claro que “vivir de la montaña me encantaría”. El chaval es un multideporte. Ha probado muchas cosas, pero le engancha de forma especial el trailruning y está enrolado en YesNatural. Tras entrar en meta compartió risas con Raúl Criado. El corredor de Canfranc es un caso. Ganó con suficiencia. Se paró antes de entrar en meta a hablar con un amigo de su pueblo, tuvo tiempo para coger una florecilla del campo que regalará a su novia, Paula, cuando pueda estar con ella, y sigue su preparación. Lo más ambicioso: Dolomitas y Comapedrosa, pruebas de la Copa del Mundo. Antes, la 2KV en Villlanúa, al lado de Canfranc.
En el maratón sigue mandando Carlos Sá. El portugués entró en meta con algo de sudor. Esto ya de por sí casi es noticia. Su superioridad es absoluta. Quizá la única diferencia respecto a la primera etapa de Pirineos Fit, en Panticosa, es ese sudor. Es que nada indica que lleve encima más de 130 kilómetros por alta montaña. Esta mañana ha sido más rápido que su mujer e hija que siempre le esperan en la meta. Calculó llegar en 5 horas y lo hizo en poco más de 4. Por detrás entraron Javier Agustín y Miquel Capó, con apenas cuatro minutos de diferencia entre ambos.
El maratón sigue pasando factura a quienes arrancaron en Panticosa. El calor, además, también se añade al trazado y la búsqueda de agua es casi una constante para hacer más llevadero un recorrido en el que todos los participantes coinciden en que es bellísimo. El sábado, la segunda edición Pirineos Fit abrocha su segunda edición con la etapa Jaca-Jaca. Por la tarde será la entrega de premios en el Palacio de Congresos en una gala abierta a todos los que quieran impregnarse del mundo trail y con los runner como protagonistas.