La SD Huesca no podía fallar ante el CD Mirandés. Después de la derrota sufrida en casa la pasada jornada ante un equipo que llegaba con serias complicaciones, el equipo necesitaba una victoria que les devolviera la fe en sí mismos. La realidad fue totalmente diferente. Dura derrota, peores sensaciones.
Ya lo dijo Escriche durante la semana, las condiciones del campo no eran las más idóneas para desplegar el juego del equipo. Y así se cumplió. La mala calidad del campo estuvo a la altura del nivel de la SD Huesca durante la primera parte. Como si el Rayo Vallecano les hubiera inducido el miedo en sus piernas, los azulgranas salieron asustados al Anduva. No había ideas ni precisión en los pases, tampoco alternativas ni pausas para calmar el juego y elaborar un plan. Los azulgranas estaban nerviosos, sin capacidad de reaccionar y tomar el control de un partido donde el Mirandés se crecía.
Después de dos llegadas tímidas de Raba y Cristo sin veneno ni peligro para Limones, llegó el momento de Álvaro Fernández. El conjunto de Iraola comenzó a creer en la victoria y a disfrutar con su juego. A los 20 minutos del partido, Antonio Sánchez tuvo una gran ocasión tras un fallo clamoroso de Josué Sá para quedarse solo ante el portero azulgrana que detuvo providencial. Los minutos transcurrían pero todo seguía igual con el internacional mostrando su mejor nivel. Tan solo un disparo claro de Mikel Rico que no supo definir bien rompió con la monotonía de la primera parte. Pese a todo, los jugadores se retiraron al vestuario con empate a 0 en el marcador.
Cambio de campo, mismo guion
La afición azulgrana suspiraba. Míchel tenía la oportunidad en el descanso de corregir esos fallos que habían sentenciado el juego de su equipo, añadir un plus de motivación y confianza desaparecido en los primeros 45 minutos. Pero no fue así. El Huesca salió como un reflejo de la primera parte. De hecho, Álvaro Fernández volvió a lucirse con otra gran parada cuando apenas había arrancado la segunda mitad.
El CD Mirandés insistía e insistía ante una SD Huesca impasible. Y, al final, llegó lo que el partido pedía a gritos. En el minuto 60, Merquelanz aprovechaba un gran pase entre líneas para batir el muro azulgrana con un disparo cruzado. Pese al dudoso fuera de juego, Gorka Sagués dio por bueno el primer tanto de la noche. Los locales se adelantaban por 1 a 0 en el electrónico.
Míchel intentó reaccionar rápido tras el duro golpe recibido y metió en el campo a Ivi y a Okazaki por Juan Carlos y Cristo. Precisamente fue el japonés quien protagonizó una de las ocasiones más peligrosas del conjunto oscense con un disparo fuerte y raso que impactó en el poste izquierdo. Sin embargo, la sensación de peligro tan solo fue un espejismo. En el minuto 76, Antonio Sánchez encontró la recompensa a su esfuerzo y con un buen disparo de primeras, amplió la ventaja para el Mirandés. El partido fue muriendo, poco a poco, con un conjunto azulgrana impotente que amplió su dureza de forma innecesaria. La SD Huesca encadena su segunda derrota consecutiva y se aleja de la segunda posición.
Ficha técnica
CD Mirandés: Limones; A. González (C. González, 85′), Onaindia, González, Franquesa; Malsa (Mohedano, 73′), Guridi, Merquelanz, A. Sánchez, Rey; Marcos André (Barco, 80′).
SD Huesca: A. Fernández; Galán, Josué Sá, Pulido, Miguelón; Mikel Rico (Gómez, 77′), Juan Carlos (Ivi, 62′), Eugeni; Cristo (Okazaki, 62′), Raba y Escriche.
Árbitro: Gorka Sagués Oskoz. Amarilla Alexánder González 24′, Juan Carlos 48′, Ivi 66′, Malsa 69′, Rey 86′, Escriche 89′, Miguelón 91′.
Goles: 1-0, min. 60, Merquelanz. 2-0, min. 76, Antonio Sánchez.