Todavía perviven las pesadillas en el CD Teruel cuando tan solo hace dos fines de semana el equipo caída contra el Cariñena. Aquel partido, aplazado en su momento por contagio en la plantilla cariñenense, significó el fin de una racha que había devuelto a los de Víctor Bravo a lo alto de la clasificación.
Sin embargo, aunque tan solo hayan pasado dos jornadas, la situación ha cambiado considerablemente para los turolenses. El conjunto rojillo llegaba, en aquel momento, con una carga considerable de partidos desde diciembre. Dicha fatiga había explotado en aquel momento, sufriendo un empate contra el Belchite y confirmando el bajonazo con la derrota ante el Cariñena.
Sin embargo, Víctor Bravo y sus chicos experimentaron un golpe anímico importantísimo cuando más hacía falta. La victoria ‘in extremis’ de los turolenses contra el Binéfar no solo supuso la vuelta a la senda de la victoria, si no también la adquisición del primer puesto del grupo. Y es que, mientras tanto, la SD Huesca B sufría una dura derrota que cedía el trono a sus principales competidores.
El CD Teruel llega al encuentro contra el Cariñena pletórico aunque todavía queda mucho camino hasta el final de la fase regular; en concreto, ocho partidos. El conjunto zaragozano quiere volver a dar la sorpresa y lograr tres puntos que sirvan para alejarse de los puestos de descenso. Evitar la venganza de un Teruel que no quiere frenar su fervor.