Santi Cerdán, técnico del CB Peñas, subraya que el partido de este sábado contra L’Hospitalet tiene que servir para mirar la parte alta de la clasificación. Así las cosas ni se plantea una derrota. La destierra con energía de su pensamiento. Solo le vale ganar a un equipo al que ya se la venció en el Palacio. Y es que cuando la competición empieza a apurar, los objetivos de todos los equipos están allí. Ahora todos tienen claro por lo que pelean con el bagaje de lo jugado. Cada tropiezo penaliza y recuperarlo siempre será más difícil. Por eso, el preparador del Lobe Huesca La Magia ha ido más allá. “Perder sería una putada”.
El técnico quiere cortar la mala racha en la que se encuentra el equipo. Las últimas derrotas le han alojado en la novena plaza donde ancla con 7 victorias, 2 más que el colista con el que juega este sábado, a las 18.30. Tras este encuentro quedarán seis por disputar y tras ellos finalizará la liga regular. Tras la derrota contra Palma, especialmente dura ya que fue el día del éxtasis de la entidad en su recuerdo a lo que fue y espera volver a ser, la ocasión de retomar a la senda del triunfo contra el colista es evidente.
Cerdán cuenta con todos sus jugadores y Ndongo en proceso de mejoría para aportar minutos de calidad bajo aros. Aún le falta en el plano físico y de guión de juego. Con las ventanas FIBA, Cerdán espera que sea clave para la puesta a punto del jugador. Y es que tras la marcha de N’Guessan, carecer de poder intimidatorio ante los rivales bajo ambos aros es darles mucha ventaja. Hasta que Ndongo esté a plenitud, la responsabilidad es para los 207 centímetros de Stefan Vukcevic y los 204 de Stosic, además de una propuesta de juego para que al rival no pueda jugar bajo aros.