Es una fiesta del esquí alpino de competición a escala. Porque es una prueba dirigida a los alevines y porque Benasque vive con intensidad una competición como si fuera una de las grandes del circo blanco. El Club Esquí Cerler Aneto es el corazón de una prueba que firma este fin de semana del 11 y 12 de marzo su 22 edición.
Todo club con esquiadores en edad alevín tiene marcado en rojo en su calendario el fin de semana en el que se celebra El Pitarroy. No es para menos. Más de 20 años avalan una competición que lleva al portón de salida a la cantera más selecta del esquí nacional. Se dice pronto, pero son casi 400 chavales los inscritos para participar en la pista Codornices de la estación de Cerler. Y no es una bajada fácil. Ubicada en el sector del Ampriu, con el pico Gallinero como testigo mudo, más de un adulto se detiene para ajustar el casco y las gafas para afrontar el descenso.
Y desde allí arriba hasta el llano del Ampriu en un descenso donde los U12/10 darán lo mejor que tienen. Calmarán sus nervios los entrenadores y afrontarán así una de las seis pruebas que conforman este circuito de esquí alpino impulsado por la Real Federación Española de Deportes de Invierno (Rfedi). La de la estación más alpina del Pirineo iba a poner el broche a ese calendario, pero el mal tiempo en Alto Campoo aplazó la prueba cántabra al próximo fin de semana. Con anterioridad, han sido protagonistas del circuito los centros invernales de La Molina, Formigal, Baqueira y Sierra Nevada. Pero es la de la estación de Cerler la que ondea la bandera del prestigio: por historia, por arraigo y por cómo se vive. Y para, quizá, apaciguar los nervios de los competidores quien abrirá la prueba será el propio Pitarroy. Es decir, un esquiador experto con el disfraz del pájaro que da nombre a la carrera.
El Club Esquí Cerler Aneto, la estación de Aramón Cerler y la Rfedi son los pilares de la competición de este fin de semana. En la pista de Codornices se trabaja desde el pasado lunes para adecuarla a las necesidades de la competición. Unos 40 voluntarios son la fuerza de El Pitarroy con un trabajo ímprobo con el fin de dejarlo todo en perfecto estado de revista. Que sea el campeonato oficioso alevín –no es oficial porque para esta categoría no está reglada- no esconde toda una serie de actividades paralelas organizadas para que los participantes disfruten en un fin de semana especial para el valle de Benasque… y para la hostelería. La Pitarroy pone el cartel de completo en la zona porque a los clubes hay que añadir que son muchos familiares los que aprovechan para conocer la estación y su área de influencia.
Este viernes por la tarde se celebrará la reunión de entrenadores para dirimir los últimos aspectos de la competición, el sábado por la tarde se procederá al tradicional desfile de clubes desde la plaza del Ayuntamiento de Benasque al polideportivo de la localidad que será el epicentro de una fiesta con los niños como protagonistas.
Por otra parte, una parte del corazón del club organizador de la prueba estará este fin de semana en la estación de Boí Taüll donde se pone el broche al circuito Eldorado Freeride en el que Ruth Frutos, miembro del club, parte con la primera plaza en la modalidad de esquí.