Tremenda la actuación de César Gairín en las Enduro World Series (EWS) celebradas el pasado fin de semana en Whistler (Canadá), localidad donde el aragonés reside desde hace unos años. Si este rincón de la British Columbia es el paraíso de la BTT aún pinta de mejor color cuando subes al cajón. Tercero en la categoría Máster 40 (oficialmente, Men Masters). Y el rider de Orbea estaba feliz. Por tocar metal, por los aplausos de los amigos y de los que se arremolinaron en las cunetas de las sendas al paso de los corredores, por las marcas que le patrocinan -Orbea, Jeanstrack, 9point8, Dirtlej, Galfer- y por su chica, Alicia, y seguro que este no es el orden de los agradecimientos de Gairín.
Crankworx fue el escenario del sexto capítulo de las EWS. César Gairín pilotó su Orbea Raillon por un total de seis stages. La primera fue el sábado 10. Y por un sitio especial, la denominada ‘Top of the World’. Un descenso desde lo más alto de la montaña hasta el pueblo. Se trata de una bajada de 11,1 kilómetros y un desnivel negativo de 1.526 metros. Hizo un tiempo de 22m25s lo que le valió una tercera plaza y acariciar la parte más noble de la tabla. La diferencia fue de un minuto. Así define Gairín ‘Top of the World’: “Es muy física en todo su recorrido con algo de terreno suelto , pero que ha sido la delicia de todos los corredores” .
El domingo apareció con lluvia y eso afectó a las condiciones de los caminos por donde debían transitar los rider. Si entrenaron sobre seco, la competición iba a ser sobre mojado. Con el agua caída por la noche, las raíces mojadas y las losas de Whistler, el dominio de la bici no fue precisamente fácil. Si la rapidez y el control es esencial en cada prueba, en esas condiciones, más aún en las cinco especiales que hubo que conjugar. “Terminar cada una de ellas sin cometer un fallo o una caída ya era un triunfo”, explica Gairín.
Después de la tercera especial, Gairín se acercó a la segunda plaza de forma sustancial. Karin Amour, un veterano en estas lides, notó la presencia del aragonés, pero en la cuarta especial se cayó, “con lo que todo volvió a como estaba”. Lejos de irse abajo, en la especial 5 marcó el mejor tiempo de su categoría, “pero fue insuficiente para recortar la diferencia así que en la última especial decidí que no había que tomar riesgos innecesario. Preferí asegurar la tercera posición”, explica. Y así fue. “Con esa tercera plaza _explica_ dibujé una gran sonrisa en mi cara”. Más porque César Gairín volvía a la EWS de Whistler tras dos años de lesiones y cerrar el podio de una prueba en la que ganó Cedric Ravanel no es fácil.