El gol de ayer contra el Lugo fue su premio a la regularidad. El regalo anticipado por Navidad que Pep Chavarría llevaba deseando y mereciendo desde que aterrizase en Zaragoza allá por septiembre. Este primer gol con la elástica blanquilla servirá para poner en alza estos meses en los que el lateral de Figueras, en un contexto complicado, se ha dejado todo por el Real Zaragoza.
Insustituible Chavarría
En lo que va de temporada, no se ha perdido ningún encuentro. Los ha jugado todos de titular menos contra el Málaga en la jornada 6 y contra la Gimnástica de Torrelavega en Copa. Todo un seguro en la banda izquierda que ha sorprendido gratamente a una afición que desconocía de sus capacidades cuando aterrizó en la capital aragonesa.
Sus registros de goles y asistencias, al igual que las del equipo, no son extensos: un gol y una asistencia en 18 partidos jugados. Sin embargo, es indiscutible la importancia de Chavarría en ataque; su velocidad y desparpajo dotan al Zaragoza de una profundidad indispensable para el juego del equipo. Además, si nos vamos a la estadística, contabilizada 1.1 pases clave por partido y realiza 1.36 regates buenos por partido (76% acierto).
Lo que no se puede ver reflejado en ninguna estadística es la entrega y el compromiso de Chavarría por estos colores. Colocarlo en el once es garantía de trabajo y esfuerzo en la banda izquierda. Por eso por todo lo comentado anteriormente, ha sido insustituible tanto para Baraja e Iván Martínez, como ahora para JIM.
La vacuna del gol
Un gol lo cambia todo; puede romper cualquier dinámica y, en caso del Real Zaragoza, dar aliento al que ya no tenía. El pase de Eguaras, con la precisión digna de un jugador de balonmano, fue ejecutado por un Chavarría inconmensurable para romper las cadenas del miedo.
Ayer el equipo dirigido por el recién llegado Juan Ignacio Martínez mostró una imagen, si no distinta, más esperanzadora. La presión alta unida a una salida de balón más precisa contribuyó a que el Zaragoza se encontrase agusto durante los 90 minutos. Y Pep Chavarría, en esta tesitura, es un jugador clave para el equipo.
Ayer se desempeñó como extremo, por delante de Nieto. En lo que va de temporada ha ido intercambiando la posición de lateral izquierdo con la de extremo zurdo –con grandes dosis de esfuerzo defensivo–; sin embargo, parece que el ex del Olot se ha asentado en posiciones más adelantadas. El gol de ayer reafirmó la apuesta que han tenido todos sus entrenadores por colocar a Chavarría por delante del lateral, en aras de sacar el máximo rendimiento a su velocidad y potencia.
No obstante, no hay que obviar la naturaleza de Pep. A pesar de jugar por delante del lateral, el catalán llegó a Zaragoza con el papel de lateral ofensivo, pero de lateral. Por tanto, cuando el equipo maño domina los partidos y se coloca en campo rival con ataques posicionales, es ahí donde Chavarría puede verse mermado ante la reducción de espacios. Esos que necesita para desplegar su mejor fútbol.