El mediapunta argentino ‘Chimy’ Ávila atendió a los medios de comuncación tras finalizar la sesión matinal de entrenamiento en Benasque. Se mostró natural y relajado y, como es habitual, dejó perlas nacidas de su humor argentino.
El atacante se plantea la temporada sin objetivos más allá de “trabajar al máximo y sacar lo mejor de mí. Los retos saldrán conforme pasen las jornadas”. Se detuvo a hablar sobre “su hijo”, apodo que le da a ‘Cucho’ Hernandez, sobre el que aseguró con una sonrisa que “le mimé desde que llegué. Es un chico que hace caso y si sigue haciéndolo tiene un futuro mucho más grande”. Añadió que antes siquiera de lograr el ascenso, ambos ya pensaban en la siguiente campaña y en seguir juntos: “No había terminado el torneo y ya teníamos la cabeza en qué iba a pasar con nosotros, porque teníamos muchas ganas de seguir juntos y compartiendo”.
En cuanto a la venidera temporada, ‘Chimy’ expresó su ambición por competir en una división “jodida“, y que para ello se estaban preparando como un “plantel profesional, porque hay que tener muchos esfuerzos”. Reiteró su idea de que “lo principal es no relajarse” para posteriormente marcar una meta por todos sabida: “Hay que mostrar que no fue casualidad lo que hizo el Huesca y mantenerse”. El camino para ello aseguró que es “no creyéndoselo, trabajando con humildad y sacrificio. Eso te hace más fuerte de la cabeza”.
Sobre su forma física, el de Rosario apuntó en tono distendido que estos primeros días de pretemporada “siento como que estoy empujando un barco. Nunca había hecho pretemporada en altura y está siendo muy dura, pero se trabaja bien y el sacrificio traerá su fruto”. En cuanto a Benasque, apuntó con toque de humor que “para pasear es muy bonito, para correr ya no“.
Sabedor que la llegada de Longo puede restarle minutos, ‘Chimy’manifestó que “mientras la competencia sea sana, aquí todos somos hermanos“. Por último, aseguró que el encuentro contra Messi “será grandioso”, pero “le trataré con respeto, porque quiero ir a la selección“.