El año que se ha despedido nos ha dejado como noticia más reseñable dentro del mundo del ciclismo oscense la llegada de Jorge Arcas al profesionalismo. Por detrás continúan forjándose de forma destacada los jóvenes Castrillo, Samitier y Barceló. La Vuelta nos visitó con una etapa íntegra que resultó vital en el devenir de la ronda española. Por su parte, el cicloturismo sigue gozando de una envidiable salud.
2016 pasará a la historia de nuestro ciclismo como un año especial que haríamos mal en olvidar. Lo hará por ser el año en el que de nuevo la provincia contará con un ciclista dentro del siempre duro y selecto campo profesional. Quien lo ha logrado ha sido Jorge Arcas, el joven ciclista de Sabiñánigo al que su esfuerzo y sacrificio durante sus temporadas como sub 23 le valieron para que Eusebio Unzue y los suyos pusieran sus ojos en él. Como resultado de ello ya lo saben, fichaje por el Movistar.
Esta primera temporada ha servido fundamentalmente para que el serrablés se adaptará al mundo profesional, a sus nuevos compañeros y al equipo. El paso de sub 23 a la máxima categoría de cuantas dispone la UCI no es nada fácil. La exigencia física es máxima, de las más altas que se pueden encontrar dentro del deporte mundial, por eso Arcas ha superado con nota el reto que tenía ante sí. Con trabajo se ha hecho con un hueco dentro de las alineaciones del equipo y ha ido cogiendo experiencia en todo tipo de terrenos y competiciones. Sin duda ha sentado una buena base sobre la que seguir progresando esta próxima temporada.
Extraordinaria cantera sub-23
Que el ciclismo oscense goza de una extraordinaria salud lo vemos reflejado cuando miramos hacia la categoría que alimenta a los equipos profesionales. En sub 23 contamos con dos de los puntales del potente Lizarte. Tratando de emular el camino que llevó a Arcas a Movistar están tanto Sergio Samitier como Jaime Castrillo. Los dos han tenido una temporada más que destacable, la cual han adornado con varios triunfos, y en el caso del jacetano con una convocatoria con la selección española para el Mundial de Doha.
No tuvo tan buen año Fernando Barceló, quien a pesar de empezar con buenas sensaciones la temporada, entre enfermedades y caídas se le fue torciendo el paso de los meses. Abandona la Fundación Contador para iniciar una nueva época en la Fundación Euskadi. También hay que nombrar a Iván Yebra, ciclista oscense del Telcom que desgraciadamente cerró la temporada con una dura caída que le provocó la rotura del brazo.
La Vuelta
A falta en la provincia de una cita anual fija en el calendario ciclista profesional, algo en lo que deberían trabajar tanto instituciones, clubes como empresas, este año disfrutamos de la disputa en nuestra tierra de una etapa íntegra de La Vuelta. Con salida en Sabiñánigo y llegada en Formigal, concretamente con la ascensión a Sarrios, el 4 de septiembre se ofreció una de las etapas que será recordada por el aficionado durante muchos años. Trazado corto pero nervioso con el paso por Petralba y Cotefablo antes de la ascensión final a Formigal que los Movistar aprovecharon para atacar desde el inicio al potente bloque del Sky de Froome y así dar un golpe en la general de La Vuelta en beneficio de Nairo Quintana, a la postre vencedor en Madrid. La etapa se la adjudicó Gianluca Brambilla del Etixx-Quick Step.
Cicloturistas: QH, Puertos Ribagorza y Ruta del Vino
El cicloturismo sigue su marcha imparable en nuestro territorio, con miles de aficionados que pueblan nuestras carreteras a diario y que acaba teniendo su máximo explendor con la disputa de las tres cicloturistas que tienen lugar en el provincia. Destaca un año más la Quebrantahuesos, que junto a su hermana pequeña, la Treparriscos, siguen manteniendo las asombrosas cifras y nivel de calidad al que nos tienen acostumbrados hace años desde Sabiñánigo.
A menor escala pero también con una alta valoración dentro del colectivo ciclista se encuentra la Puertos Ribagorza. La prueba grausina se mantiene fiel a su formato logrando acercar a la zona oriental de la provincia a dos mil participantes año tras año. Para terminar la pequeña de todas, pero que no conviene que la olvidemos. La Ruta del Vino va sumando ediciones en el Somontano de Barbastro, y logra mantenerse en el calendario ofreciendo una magnífica oportunidad para los ciclistas de la provincia y para quienes desean iniciarse en el mundo del cicloturismo pero no quieren grandes agobios.