Preocupante estar a menos de dos semanas del comienzo de la competición liguera y ver un once inicial tan indefinido, con tantas incógnitas y con posiciones sin rellenar. La SD Huesca puso en práctica lo trabajado durante esta semana en Benasque, contra un recién descendido a la Primera RFEF como es el Castellón.
Los tres únicos fichajes de este mercado estival salieron de titulares; sin embargo, tan solo Lombardo salió en su posición natural. Marc Mateu volvió a desempeñar el papel de lateral zurdo sustituyendo a un Javi Galán que ya no vestirá más la camiseta azulgrana. Junto a Jorge Pulido, sorprendió la elección de Cristian Salvador como central. En el lateral derecho, otra de las posiciones que, actualmente, no cuenta con ningún jugador en el primer equipo, Peñaloza salió de titular y cuajó muy buenos minutos.
Los palabras, sin hechos, son vacías, pero en cuanto lo prometido empieza a verse reflejado en la realidad, la cosa cambia. Nacho Ambriz adelantó que sus pupilos estaban asimilando muy bien los conceptos que quería implantar en su juego, un juego basado en la posesión y en la presión fuerte para recuperar tras pérdida. El conjunto altoaragonés cumplió con estos dos objetivos; sin embargo, faltaba pólvora en el ataque pese a que los dos extremos, Lombardo y Joaquín, intentaban crear algo de peligro.
Reivindicación
Al final de la primera parte, el conjunto castellonense dio un paso hacia adelante y tuvo el primer tanto de la tarde en sus botas con una doble ocasión. Un remate a bocajarro que impactó en el palo derecho y una gran intervención de Andrés Fernández evitó el golpe antes de retirarse a los vestuarios.
A los 8 minutos de la segunda mitad, Joaquín Muñoz creó una verdadera obra de arte sentando a dos rivales y definiendo de manera sensacional para hacer el 0-1. A partir de ahí, el partido se desatascó y comenzó a ser más vistoso, con una mayor cantidad de idas y venidas. Carlos Kevin tuvo la segunda más clara pero su disparo se marchó desviado.
El Castellón – SD Huesca dejó muchas cosas positivas pero también se entrevió esa falta de jugadores de primera calidad y experiencia contrastada en Segunda División para marcar la diferencia. Queda mucho camino para ser un equipo que compita por el ascenso, pero siempre es bueno ganar y convencer sobre el terreno de juego.