ZARAGOZA | Las alarmas son ensordecedoras. El Real Zaragoza se encuentra en estado de crisis. Un equipo que ha pasado de ser líder invicto a caer fuera de la promoción, casi a mitad de tabla. Sin ideas futbolísticas y muerto psicológicamente. Muchos buscan las razones que expliquen cómo ha pasado. Si las lesiones, la falta de actitud, el entrenador… Puede ser un cúmulo de muchas cosas, pero sí hay un factor que hay que destacar es la ausencia de Francho Serrano. Solo hay que remitirse a los datos (y a las sensaciones). 15 de 15 con el ‘zorro’ y 5 de 21 sin él. El equipo aragonés lo necesita como el comer.
Pese a la situación actual, no cabe duda de que Juan Carlos Cordero planificó una plantilla muy completa, con jugadores de talla alta y que debe luchar por las primeras posiciones. Sin embargo, en ese vestuario ninguno es como Francho Serrano. Él es un mediocentro diferencial, especial e indiscutible.
Todo el juego del Real Zaragoza pasa por los pies del ’14’. Un jugador que se sacrifica durante los 90 minutos, que corre a cada balón, la figura de unión del campo, omnipresente en ataque y generoso en defensa. Madurando con el paso de los meses desde la llegada de Escribá al banquillo, se encontraba en su mejor momento deportivo hasta la rotura muscular.
Ahora el medio campo no tiene hombres fijos. Fran Escribá prueba sin encontrar las piezas que funcionen, aunque deposite su mayor confianza en Jaume Grau, Marc Aguado y Maikel Mesa. La realidad es que ninguna combinación o sistema da resultados como aquel rombo del comienzo de temporada en el que Francho se mostraba muy cómodo y enseñaba su mejor versión.
Casi dos meses sin Francho
El maño resultó lesionado el 10 de septiembre en Cartagonova. Ante el Efesé fue el último encuentro antes de que todo empezara a derrumbarse, antes de que el Real Zaragoza empezara a ir cuesta abajo y sin frenos. Hace casi dos meses de ese acontecimiento y el balance de resultados refleja la importancia que el canterano tenía en un conjunto que era líder indiscutible por esas fechas.
Todos sabíamos que su baja era sensible, pero no imaginábamos cuánto. Hasta el momento, Francho ha estado fuera en 7 partidos, de los cuales solo se ha logrado vencer en 1. Lo demás, 2 empates y 4 derrotas. Un total de 5 puntos que le han hecho descolgarse de la zona de arriba y han provocado un mar de dudas en la entidad. Más allá de esos resultados, la imagen es de un equipo apático, que solo ha estado al nivel esperado ante el Sporting de Gijón. Y es que el zaragozano también hace mejores a sus compañeros.
El fin de la cuenta atrás
La luz al final del túnel ya se vislumbra. El drama que supone vivir sin Francho llega a su fin. Su recuperación estaba programada para el encuentro ante el Burgos, ya que volvió a los entrenamientos con el grupo la semana pasada. No obstante, Escribá confirmó en rueda de prensa que el futbolista no jugará en El Plantío. La pruebas médicas van bien, pero “no se siente perfecto”, reconoció el míster. Así pues, el cuerpo técnico prefiere asegurar y esperar al duelo de Copa del próximo jueves. Estará seguro ante el Oviedo.
Su regreso es motivo de esperanza para la afición, que confía en que el Real Zaragoza con Francho sobre el césped recupere las sensaciones, la suerte y la actitud. Que de eso, va sobrado el maño. Ya queda menos.