Rodrigo Corrales sigue atento al devenir del que fuera su equipo, el BM Huesca, en la Asobal y resume sus sensaciones después de defender la portería de España en el Mundial de Francia en declaraciones para sporthuesca. Vuelve mañana a Polonia y la próxima temporada le aguarda la portería del PSG.
Mantiene una buena relación con el BM Huesca. Suele conversar con José Francisco Nolasco, con Efrén Pérez y, cómo no, con Labordeta. Rodrigo Corrales acaba de firmar su primer Mundial defendiendo la portería de España. Este sábado vuelve a Polonia. La liga se reanuda la próxima semana, el último día en España lo pasa en León y el Wisla le espera en la que será su última temporada. París ya aguarda al chico de Cangas que llegó a Huesca cedido por el Barça (2012-2014) y fue uno de los protagonistas de la mejor campaña del siete altoaragonés en toda su historia. La de las finales a cuatro de Copa del Rey y Asobal. La que sirvió para coger billete a Europa, la que todo aficionado al BM Huesca sueña con volver a repetir. Y Corrales, también. “Claro que sigo al BM Huesca. Es un club donde tengo muy buenos amigos, donde conocí a grandes jugadores. Confío en ese cuerpo técnico que supo guiarnos en nuestro camino y que seguro que después de la renovación hecha para esta campaña va a hacer todo lo posible para repetir los éxitos del pasado”, responde cuando se le pregunta por el equipo altoaragonés. Además, se muestra convencido de que la segunda vuelta del Bada Huesca va a ser mejor que la primera.
Corrales descansa en España mientras mastica la participación de España en Francia. Dos goles le faltaron a la selección para luchar por las medallas del Mundial. La despedida dejó un sabor “amargo”, señala Corrales, pero con el convencimiento de que “competimos bien”. Se acudió al Mundial con un equipo remodelado respecto a anteriores citas y tras una primera fase “extraordinaria”, valoró el exbalonmano Huesca, “dimos la cara hasta el último segundo. Es cierto que en el deporte cuentan los éxitos, pero también hay que saber mirar más allá”, desliza, en un entrecomillado con carga de intencionalidad ya que se muestra seguro de que el equipo asienta la base para un futuro prometedor.
Corrales tiene tres años más desde que dejara Huesca. Ya se codea con los mejores y ha derribado la puerta de la gloria con paradas antológicas. Barça, Kielce y París Saint-Germain le pusieron ofertas sobre la mesa. El acuerdo lo selló con el club de la capital francesa con el que tiene contrato hasta 2020. “¿Si me dieron vértigo esas ofertas? Cuando empecé quería entrenar y mejorar al máximo. Siempre es complicado tomar una decisión, porque nunca sabes si la elección es la acertada. Hasta ahora he dado los pasos correctos y espero seguir así. El PSG tiene a los mejores jugadores y voy a luchar por ganar las mejores competiciones”, señala.
En Polonia, el balonmano se vive con una gran intensidad. El deporte ha crecido mucho y, especialmente a raíz del bronce en Qatar. La grada del Wisla congrega a unos 6.000 aficionados en cada partido que se viven, además, con una gran pasión. El apoyo de la televisión y de la prensa, también ha influido en el arraigo de este deporte en la sociedad polaca y esa pasión, seguro que le sirve a Rodrigo como preparatorio para lo que se va a encontrar en el PSG en los que hoy se encuentran tipos de la calidad de Omeyer, Abalo, Hansen, Narcissee y Luka Karabatic, entre otros.