Han tenido que pasar varios trenes, en algunos de ellos, ya tenía un pie puesto en el vagón y la acabaron bajando; pero por fin, (a excepción del Europeo 2013 en el que entró al final y acabó siendo decisiva), Cristina Ouviña, la mejor jugadora aragonesa en la actualidad y una de las mejores de la historia, está gozando de la confianza del seleccionador Lucas Mondelo y está respondiendo a ella como sabe: con puntos, con la batuta en la mano y haciendo jugar a la selección; junto a Laia Palau, forman una dupla que, como diríamos por estas tierras, es de aúpa.
La playmaker de San Juan de Mozarrifar comenzó el campeonato enchufada (12 puntos con dos triples, 4 rebotes y 12 de valoración); 6 y 5 tantos respectivamente frente a Puerto Rico y Bélgica, siendo sus dos encuentros más bajos en sintonía con el total de la selección, sin embargo, en octavos recuperó el pulso necesario y estuvo brillante:
No comenzó especialmente bien: a pesar de los 3 puntos con una canasta y un libre, dos pérdidas que la enviaron al banquillo directamente; sin embargo, en su vuelta a la pista, arregló su actuación y fue muy importante: 5 puntos muy bien medidos (destacar el ‘canastón’ a un pie sobre la bocina de la posesión), una asistencia magnífica para triple de Anna Cruz y una defensa de una calidad altísima sobre Dieng y Diouf, que estaban siendo de lo mejorcito de Senegal.
Además de estos números, los minutos en pista con más de 14 de media, reflejan el crecimiento de Cristina: está en su madurez baloncestística y lo está demostrando casi en cada minuto que está en pista; ganándose un rol importante en esta histórica selección que busca tocar chapa en Tenerife y recordemos, son plata mundial, plata olímpica y campeonas de Europa, casi nada.