Cristina Ouviña (Zaragoza, 1990) se proclamaba hace apenas 10 días campeona de Europa de baloncesto con la selección nacional por segunda vez en su carrera. Ya lo fue en 2013, y en 2018 lograba la medalla de bronce en el Mundial. De 2008 a 2012 compitió en el ya desaparecido Mann Filter Zaragoza, y también ha pasado por Cracovia y el Bourges francés. Desde septiembre, arrancará una nueva aventura en Praga. Este martes era recibida en el Ayuntamiento de Zaragoza. Hemos hablado con ella.
La gira de preparación salió de Zaragoza con dudas por la derrota del primer partido. ¿Llegasteis a dudar o tan solo fue un mal día que se superó sin excesivos problemas?
No se duda, pero si que llegábamos en un momento de muchos altibajos. La preparación es lo que tiene, veníamos de muchos días de carga de entrenamientos, con muchos detalles sin pulir. Trabajos que se habían entrenado poco poniéndolos en práctica, sin scouting…
Arranca el Europeo y ofrecéis una exhibición frente a Ucrania en la que juegas poquito. ¿Cómo sentó este golpe encima de la mesa?
Siempre está bien empezar ganando bien. Sobre todo porque el primer partido siempre es difícil juegues contra quien juegues. Creo que fue importante para demostrarnos no solo a nosotras mismas, sino a todo el mundo que España estaba a un nivel muy bueno.
¿Cómo valoras el campeonato de Gran Bretaña que fue una de las selecciones que más os hizo sufrir?
Sin duda el equipo revelación. Sin realmente tener a ninguna estrella. Han conseguido formar un equipo que compite al máximo nivel y se las ve disfrutar en ello. ¡No es casualidad los éxitos viendo que tienen entrenador español! (risas)
¿Fue precisamente este partido el que cambió el rol de Cristina en este Eurobasket, con ese triplazo en los momentos decisivos?
No, mi rol es siempre el mismo. Por meter un triple decisivo en un partido no me hace tener más otro día. Si que afecta a la hora de tu confianza. Pero Lucas siempre ha sido claro conmigo en ese sentido. Estoy para ayudar. Sea 4 minutos el primer día, o 20 en el siguiente.
Estoy para ayudar, sea 4 minutos o 20
Llegamos a cruces, Rusia. ¿El partido más importante por lo que había en juego, clasificarse para el Preolímpico?
Sin duda, sí. Creo que es el que más nerviosa estuvimos todas. Es el partido de conseguir el objetivo…. o pasar a sufrir. Salimos súper concentradas con las ideas muy claras y eso hizo que ganáramos de tanto.
En semifinales, partido ante Serbia, las anfitrionas, con su público volcado. ¿Qué te transmiten estos pabellones?
Sin duda estos ambientes me gustan. No tanto para nuestras gargantas… ¡incluso a 3 metros nos costaba mucho comunicarnos! Pero sin duda, es una de mejores cosas del deporte. Ver pabellones repletos de gente, aunque animen al otro equipo (risas).
Me encantan los pabellones repletos de gente, aunque animen al otro equipo
¿Cómo ha vivido el título tu familia?
Súper orgullosos, mi padre, una semana después, ¡sigue poniéndose los partidos para verlos! Y mi madre creo que nunca ha tenido tantas llamadas y mensajes de tantas personas.
¿Próximo reto el Preolímpico?
Sin duda si, este éxito ya es pasado. Podemos todavía disfrutarlo. Pero donde realmente hay que estar es en Tokio. Sería hacer realidad un sueño.
Tokio 2020 sería hacer realidad un sueño
Ahora vas a competir en Praga. ¿Qué te ha llevado a tomar esta decisión?
Muchos motivos. Quise buscar una balanza a nivel deportivo y personal. Y por suerte salió esta opción que ya no es solo lo personal, sino que realmente el club aspira a lo más alto en Euroliga.
¿Tuviste ofertas reales de volver a España?
Tuve ofertas de equipos españoles. Pero creo que todavía no es mi momento de volver.
¿Qué significaría ser pregonera 2020?
Pues un orgullo, creo que sería una experiencia inolvidable y un privilegio.