La llegada de Rafa Mir ha dado un aire fresco al gol azulgrana y ha obligado a un cambio en el planteamiento de Míchel. Se han barajado varias propuestas, incluso una de ellas formando una doble punta con Okazaki; sin embargo, en ninguna de esas fórmulas de la SD Huesca aparecía Cristo. El canario ha hablado sobre su situación y a la de su equipo.
“Cada jugador trabaja al máximo para ponérselo difícil al míster. Quizá no se lo esté poniendo lo suficientemente difícil pero estoy mentalizado de que este es el camino y el trabajo diario”, analizaba el delantero azulgrana, el cual explicaba que “cada artido es una nueva oportunidad de demostrar nuestra valía”.
En cuanto al partido contra la Ponferradina, prefiere no darle más vueltas: “El partido en Ponferrada fue malo, no mantuvimos el mismo nivel de concentración, pero no queremos darle más vueltas, ahora solo existe el partido del Girona”.
Partido entre dos recién descendidos, toda una batalla que no llega en un buen momento para los oscenses. “Al final, el nivel de un equipo lo marca la tabla pero como hemos podido ver a lo largo de la temporada, ningún rival es fácil y mucho menos en su propio campo. Cuentan con jugadores de nivel como Stuani, un gran jugador que para esta categoría va sobrado“, analizaba.
La misión para la SD Huesca es, según Cristo, no perder la identidad del equipo a lo largo del partido, además de “salir reforzados en el ámbito defensivo y con una mayor agresividad en el ataque”. Por último, ha querido destacar: “Estamos todos en el mismo barco y todos remamos para el mismo sitio”.