Era tan necesario que el Bada Huesca consiguiera los dos puntos en juego contra el BM Benidorm, que el juego pasó a un segundo plano. Fueron los veteranos Ostojovic y Álex Marcelo los encargados de cerrar el marcador y la victoria cuando el partido entró en unos últimos minutos frenéticos. Por poner otro nombre propio: Dani Aguillas. Saltó en el tramo final con esa idea de buscar la sorpresa en el lanzamiento del rival. Y sacó una bola de oro. La que permitió abrochar una victoria con la que muy pocos contaban durante buena parte del encuentro.
Una vez más, el Bada Huesca se fue al contenedor donde se guardan todos los adjetivos relacionados con la épica. Solo desde esa impronta de este BM Huesca se puede entender una victoria que es oro puro. Con tres partidos quemados ya y otras tantas derrotas en esta Asobal, la necesidad podía mutar en urgencia. Nadie se refiere a ella, pero en el deporte de elite los resultados son la sangre que mueve a un equipo. Se podrá jugar bien, mal o regular, pero hay que ganar. La vida es así. Guste o no guste.
Es cierto que este Bada Huesca, que su potencial es una incógnita porque vive cosido a las bajas por lesión. No se pueden obviar ni poner como escudo, aunque estén allí. Y el equipo ha dejado signos en un primer acto de que le falta camino por recorrer. Una vez más las pérdidas lastraron su juego. Balones caídos cuando atacó o cuando se iba a correr la contra. Una decena al menos permitieron a Benidorm ir construyendo ventajas de hasta cuatro tantos. Y lo que era peor, dejar la sensación de que el ataque del Bada iba a naufragar en cualquier pase. El 5:1 con Folques de adelantado hizo mucho daño al ataque del Bada que no se sintió cómodo nunca. Tiró de sangre. Dos contras de Oier evitaron mayores diferencias.
El segundo acto cambió. Hubo más pega e incluso más entendimiento del libreto. Álex Marcelo tomó más responsabilidades y más minutos. Y eso que era el cambio largo. Ostojic, muy perseguido, también sacó galones en 30 minutos de absoluto equilibrio. Cercó el Bada Huesca al Benidorm y gozó de hasta cinco posibilidades de empatar el encuentro (14-15 a 17-17), que consiguió en el minuto 42. No fue hasta el minuto 54 cuando pudo ponerse en ventaja (23-22). Al siete de Nolasco le vinieron de maravilla los minutos que no estuvieran sobre el 40×20 ni el portero Vial, ni Pabán ni Simonet.
La dinámica fue distinta. Entró esa sensación de que ya de poco valen las pizarras y sí lo intangible. Se dobló a un equipo rocoso y peleón con la fórmula magistral que (casi) siempre tiene este Bada Huesca: el pundonor. Y por poner otro nombre propio a la entrega de todos, el del pivote brasileño Rodrigo, tremenda actuación hasta que no pudo más.
Ficha técnica
Bada Huesca: Jorge García (p), Camas (1), Del Valle, Mota (1), Rodrigo (5), Nieto (1), Adrià Pérez (4). Siete inicial. Dani Arguillas (ps), Jorge Broto (ps), Ostojic (6), Oier (3), Val, Sergio Pérez, Marcelo (5), y Mira (1).
BM Benidorm: Vial (p), Pablo Simonet (4), Hernández (1), Grau, Borja Méndez, Pabán (4) y Cabanas (6). Siete incial. Lario (ps), Folques (4), Rivero (1), Parker (4), Lignieres (1), Dorado, Adrián Nolasco y Rueda.
Parciales cada cinco minutos: 1-1, 4-4, 5-7, 6-9, 7-11, 11-14 (descanso) 13-15, 16-17, 18-19, 21-21, 24-23, 27-25.
Árbitros: Escola y Sánchez. Excluidos Ostojic, Nieto y Mira por el Bada Huesca; Folques por el BM Benidorm.