ZARAGOZA | A pesar de la tragedia que se vive en la Comunidad Valenciana, la Liga ha decidido continuar con la competición, y el Real Zaragoza se enfrentó al Granada CF de Fran Escrivá en una noche lluviosa, en la jornada 13 de LaLigaHypermotion. Ambos equipos llegaban empatados en puntos, pero con dinámicas de resultados distintas. El equipo jugó de la misma manera que en las jornadas anteriores, pero esta vez incorporó un elemento que había faltado: el acierto. No permitieron al Granada acercarse al área y lo demostraron desde el comienzo, con el gol de Azón en el segundo cuarenta. Más tarde, repitió su hazaña para cerrar el marcador en el minuto 63′. Aunque el gol de Uzuni en el 85′ encendió la llama granadina, al final solo quedó en eso: meras chispas que no lograron avivar el encuentro.
Tras el minuto de silencio en apoyo a las víctimas de la DANA, Ais Reig dio el pitido inicial al encuentro. A pesar de los resultados obtenidos, Víctor Fernández mantenía su confianza en la formación en rombo que había implementado en los últimos cuatro partidos. Esta estrategia, con una presión adelantada, complicaba tanto a los rivales como a sus propios jugadores en defensa y en el centro del campo, quienes aún no lograban mantener la portería a cero.
Contra todo pronóstico y ante la incredulidad de la afición zaragocista, fue el equipo de Escrivá quien encajó el primer gol del partido. Apenas en el segundo 37′, el Granada ya veía caer su portería. Iván Azón, siempre atento en el área, disputó un balón filtrado por Bazdar y, aprovechando la falta de solidez de ambos centrales, se lo llevó sin mayor esfuerzo. Con un toque preciso, sin necesidad de potencia, envió el esférico al fondo de la red. “Si no puedes contra él, únete a él”. Así marcaba el combinado blanquiazul, replicando la misma forma en que había recibido goles en las últimas jornadas.
Con el paso de los minutos, el Real Zaragoza se iba haciendo cada vez más fuerte y mostraba un deseo creciente de marcar más goles. Sin embargo, este impulso se debía a un factor que no había acompañado al equipo en el inicio de la temporada: el acierto. Los jugadores comenzaron a destacar individualmente, atacando los espacios y combinando con sus compañeros de manera efectiva. Este acierto les permitió tomar el control del partido, dominando el juego con confianza.
Segunda parte
Nuevamente, el equipo maño atacaba con fuerza. La titularidad de Marcos Luna por la derecha, junto a Calero en la otra banda, aportaba una imagen más fresca, transformando al Real Zaragoza en un conjunto más ofensivo, con llegadas tanto por la izquierda como por la derecha, además de brindar una mayor seguridad defensiva en la banda izquierda. La actitud del mediocampo, que buscaba mantener la posesión del balón mientras lo movía con rapidez, permitía a Aketxe estar en constante conexión con Bazdar y viceversa. La combinación entre Azón y Bazdar también sacaba lo mejor de cada uno, generando numerosas oportunidades de gol. Sin embargo, solo contaban con un gol de ventaja; el partido seguía abierto y cualquier cosa podía suceder.
La dominancia del equipo, sumada a la magnífica clase que Adrián Liso despliega en el campo, culminó con el segundo gol de Azón en el minuto 63′. Tras un recorte brillante que dejó a su marca en el suelo, Liso se la cedió a Bazdar, quien, aunque remató con cierta debilidad, permitió que el posicionamiento de Azón por el palo izquierdo le diera el impulso necesario para aumentar la ventaja en el marcador. El Real Zaragoza marcaba, y lo hacía una vez más, una de las figuras del equipo.
Sin embargo, el Granada no estaba dispuesto a dar por finiquitado el partido. Uzuni se encargó de colocar el balón en la escuadra tras recuperar un rechace de un centro, logrando uno de los goles de la jornada (Min 84′). Pero en medio de esa euforia, aferrándose a la pizca de esperanza que le brindó un compañero, Jozwiak propinó un codazo de manera voluntaria a Poussin para recoger rápidamente el balón y continuar el juego. Esta acción le costó la roja directa.
Con seis minutos para el final, el que parecía estar en desventaja era el Real Zaragoza. Atrás, el equipo se mostró rezagado y, con los cambios de Víctor Fernández que colocaron una línea de cinco, permitieron al Granada tocar el balón a su antojo, generando inquietud entre los aficionados. Pero, una vez más, el Granada se quedó con un jugador menos cuando Rubén Sánchez recibió una segunda tarjeta amarilla tras un “brazazo” a la cara de Vital. Y como era de esperar, el partido concluyó con victoria para los locales. El Real Zaragoza se llevó los tres puntos en La Romareda, una recompensa más que merecida tras un esfuerzo colectivo y una actuación magistral de todos los jugadores del campo.
Ficha técnica:
Real Zaragoza: Gaetan Poussin; Marcos Luna, Lluís López (C), Bernardo Vital, Iván Calero; Adrián Liso (Jair Amador, Min 90′), Francho Serrano, Marc Aguado; Ager Aketxe (Toni Moya, Min 71′); Samed Bazdar (Pau Sans, Min 86′), Iván Azón (Alberto Marí, Min 90′).
Granada CF: Marino; Ricard Sánchez (Rubén Sánchez, Min 67′), Miguel Rubio, Ignasi Miquel, Miguel Brau; Hongla; Pablo Sáenz (Theodor Corbeanu, Min 81′), Sergio Ruíz (Lucas Boye, Min 41′), Manu Trigueros (Reinier, Min 82′), Tsitaishvili (Józwiak, Min 67′); Myrto Uzuni.
Goles: Iván Azón (Min 1′, Min 63′), Myrto Uzuni (Min 84′)
Árbitro: Saúl Ais Reig; Ignasi Miquel (Amarilla, Min 7′), Lluís López (Amarilla, Min 24′), Bernardo Vital (Amarilla, Min 57′); Kamil Józwiak (Roja, Min 85′), Rubén Sánchez (Amarilla, Min 71′ y 94′)