Y 12 partidos después, el Lugo perdió. Y lo hizo en El Alcoraz por obra y gracia de una segunda parte en la que el Huesca dio un paso adelante y firme para llevarse el encuentro. Lo hizo con un gol feo, pero qué más da. Era necesario ganar para soñar. Y Seoane lo metió con la tibia, cayéndose, para finalizar un barullo.
Xisco Muñoz revolucionó el once inicial contra el Lugo. Alaba a todos, pero tiene más confianza en unos que en otros. Obligado por las bajas recompuso el equipo y lo hizo con Timor en el eje de la defensa y Lago Junior de carrilero. Que este Huesca es un equipo distinto al que arrancó la competición está claro. Bastaba ver los nombres del banquillo. Ya lo deslizó el técnico lucense que de empezar ahora la competición, este Huesca sería candidato directo a todo lo bueno. Xisco remacha desde hace unas jornadas que el equipo se acerca a lo que él quiere. Que sí, que le queda mucho por hacer, pero también está más cerca de lo que quiere.
Mejor en la segunda parte
La reestructuración llevó a Mosquera al centro del campo y a Poveda como referencia en la punta de ataque. Ganar siempre es importante y como ya funcionan las calculadoras, sumar los tres puntos era urgente. Eso sí, para los dos. Si las palabras se demuestran con los hechos, el argumento de Xisco se debía ratificar con la victoria. Más cuando la contundencia contra el Mirandés pasó al acto de fe contra el Oviedo.
De balones perdidos en el centro del campo surgieron las opciones del Lugo. Buscó la espalda de Insúa y por la banda de Lago Junior. Avisó en una contra antes de cruzar los 8 minutos de juego. Tapar el lado derecho era urgente, porque por allí empezó el Lugo a horadar la defensa oscense. Con el centro del campo rival imponiéndose de forma clara, tocó encastillarse y sufrir por el lado de Lago Junior, que no cerraba y sufría. En el 17 Ros remató libre un saque de esquina y el peligro se mascaba.
La propuesta de Xisco planteaba dudas al colocar en defensa jugadores que no habitan allí, como era el caso de Timor y Lago Junior. Triangulando con el balón tardó en ver a Whalley y más aún sus guantes. La primera ocasión peligrosa la fabricó Lago Junior para meter un buen balón al que no llegó Poveda, y es que el costamarfileño es más feliz en el campo del rival que en el propio. Cuando el Huesca encontró el juego por fuera tuvo ocasiones, pero volvió a tener 20 minutos en la que le costó entrar en juego, a carburar. Mateu puso una bola milimétrica a la que llegó Pita para quitársela al delantero oscense.
Espuela de Seoane
Entre Pablo Martínez, Escriche y Seoane se marcaron una jugada tremenda. Si la espuela del madrileño entra, El Alcoraz se cae. Apretaba el equipo de Xisco. Lograba hilvanar buen fútbol por ambos carriles y metiendo balones con fundamento. Era el turno de los locales para desequilibrar el marcador, y eso era positivo tras un inicio con tantas dudas.
El Huesca salió mejor en la segunda parte. Mordió más arriba y pronto movió Xisco el banquillo. Quitó a Lago Junior y Mosquera y puso a Ratiu y Gerard Valentín. El partido se puso de dulce. Dio un paso adelante el once altoaragonés y Wahlley puso una mano fantástica al disparo que ajustó Poveda a su cepa derecha. Con Timor en el centro del campo, el Huesca carburó mucho mejor. Y es que no hay nada mejor que defenderse acorralando al rival.
El Lugo se recompuso con dos líneas defensivas muy juntas para cerrar espacios. Cinco por delante de su portero y cuatro centrocampistas con Carrillo de estilete. Eso sí, empezó a jugar también con el reloj y a esperar a meter el bisturí de forma certera. Insua tuvo un remate de cabeza que blocó Wahlley y Escriche exigió al máximo al portero del Lugo con un buen disparo. El Huesca pidió penalti en una mano de Señé y el partido se afeó. La roja a Campabadal -excesivamente rigurosa como absurda- trastocó todo. Xisco metió a Gaich y Ferreiro y de un saque de esquina, Seoane aprovechó un barullo para ganar el partido con su undécimo tanto de la temporada.
La única misión del Huesca ya era que en los siete minutos de tiempo añadido que decretó el colegiado se jugara lo menos posible. Y así fue. Ni que decir tiene que el Huesca da un buen paso adelante, pero que tiene que seguir refrendando. Ahora tocará ganar al Ibiza para que el sueño empiece a mutar en realidad.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés Fernández; Lago Junior (Ratiu 57’), Insua, Timor, Florián Miquel (Gaich 88’), Marc Mateu; Pablo Martínez (Ferreiro 88’), Mosquera (Gerard Valentín 57’), Seoane; Escriche, Poveda (Lombrado 93’).
CD Lugo: Whalley; Canella, Ros, Alende, Ricard; Señé, Pita (Clavería 70’), Juanpe; Sebas (Campabadal 62’), Carrillo Barreiro 82’), Jaime Cuellar (Lebedenko 82’).
Goles: 1-0 min. 89 Seoane.
Árbitro: Álvaro Moreno. Amarilla Señé 49’, Timor 81’, Escriche 83’, Clavería 86’, Campabadal roja 87’, Seoane 89’.
Incidencias: se guardó un minuto de silencio por los marineros del Villa Pitanxo fallecidos en Terranova. 6.097 espectadores en El Alcoraz.
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