El CD Teruel logró una sufrida victoria en Pinilla ante la Real Sociedad C en un partido condicionado por el viento, los contratiempos y el rigor competitivo de esta recta final de temporada. Los de Unai Mendia resistieron el embate donostiarra y remontaron con oficio y corazón, sumando tres puntos clave para seguir en la pelea por lo más alto del Grupo 2 de Segunda Federación.
Un arranque torcido y un partido por masticar
Desde el pitido inicial quedó claro que no iba a ser un día sencillo. El viento se convirtió en protagonista de un sábado en el que el fútbol se volvió áspero. A los ocho minutos, el primer mazazo: Marí, el cerebro del medio campo, se lesionaba y obligaba a Mendia a reestructurar todo el plan inicial.
La Real C quiso imponer su estilo, jugando al pie y buscando desgastar. Soroeta fue su gran referente en ataque, ganando duelos a los centrales turolenses y facilitando llegadas como un remate desviado de Garro que fue de lo más peligroso del primer cuarto de hora.
El Teruel, incómodo sin su brújula habitual, buscó soluciones por banda con Dufur y algún disparo lejano de Febas, aunque sin grandes ocasiones. Fue a partir de la media hora cuando el equipo empezó a asentarse, especialmente tras una acción de Le Normand que permitió al equipo juntar líneas. Obeng estuvo cerca de marcar de cabeza, pero un pie salvador desvió a tiempo.
El viento cambia de dirección y la Real golpea primero
El descanso no calmó las cosas. Todo lo contrario. El inicio del segundo tiempo fue uno de los peores tramos del Teruel en 2025. La Real se adueñó del juego, y solo el palo y Taliby evitaron el gol en varias llegadas consecutivas. Hasta que en el minuto 59, en un córner muy cerrado botado por Eceizabarrena, el balón acabó en la red tras tocar en Soroeta. Un 0-1 merecido por lo que se veía en ese momento.
Peru Ruiz y Obeng activan la reacción inmediata
Pero este Teruel tiene orgullo. Y cuando peor pintaba el escenario, Peru Ruiz supo leer que era su momento. En la siguiente jugada bien trenzada desde la banda, el delantero vasco descargó para Febas, que filtró para un Obeng eléctrico, y este cruzó de zurda para hacer el empate apenas dos minutos después.
El 1-1 encendió a Pinilla y obligó a Mendia a mover el banquillo con decisión: cuatro cambios de golpe, incluida la reaparición de José Val en el centro del campo, pese a no estar al 100%. Una apuesta arriesgada, pero necesaria, para devolver oxígeno y equilibrio a un equipo que empezaba a acusar el desgaste.
Gol de fe, gol de equipo
El Teruel aguantó el tipo y encontró premio en una transición perfecta: Axel rompió por banda como un tren y asistió a Peru Ruiz, que fusiló para hacer el 2-1 en el 76. Fue un gol de equipo, de convicción, de los que explican por qué este grupo está metido de lleno en la pelea por el ascenso.
Todavía hubo que sufrir. La Real C no se rindió y gozó de una doble ocasión en el tramo final, pero el Teruel resistió. Theo pudo cerrar con el tercero, pero su disparo se topó con el portero visitante.
Terceros y con 53 puntos: el Teruel no se rinde
Con este triunfo, el Teruel alcanza los 53 puntos y se mantiene en la tercera posición, a solo cuatro del líder Arenas. La lucha está abierta y los de Mendia siguen firmes, capaces de competir incluso cuando las condiciones, el juego y el viento se ponen en contra.