Las pérdidas han lastrado al Bada Huesca contra Bidasoa que acaba de caer (27-21) en Arteleku. Nunca gusta perder, pero se puede hacer de muchas formas. Y hoy, la imagen de este Bada ha sido muy distinta a las dos derrotas anteriores. Se ha visto un siete distinto ante un Bidasoa con el peligro de Julen Aginagalde, un lanzamiento exterior poderoso que atrás se asienta sobre un Sierra inmenso con un buen muro delante.
Ha sido un siete altoaragonés sensiblemente mejor a lo visto hasta ahora. Mejor en cuanto a alma. Más pundonor. Abrió Julen el electrónico y respondió Montoya, siguió Racoteca para que contestará Oier; encontró la redonda Sierra y se la devolvió Arguillas. El partido arrancó con un tú a tú más que interesante.
Bidasoa tiene en Julen Aginagalde un diamante. El veterano pivote, quizá el mejor español en ese puesto, y tras su periplo internacional ha vuelto a su casa para dejar claro su poderío. Es difícil defenderlo en un uno contra uno y cuando se ayuda la defensa abre el hueco necesario para que sus compañeros encuentren el sitio por donde entrar raudos y sin oposición. Además, saca dos minutos o siete metros que siempre hacen daño al rival.
El Bada se topó con él y con el infortunio. El palo de la portería contraria, un siete metro que fallas y un par de balones perdidos asfaltaron la autopista por donde Bidasoa encontró terreno propicio para marcar diferencias (10-6 minuto 15).
Sergio Pérez relevó a Tioumentsev en la dirección de Bada y Nolasco puso a Pinto en el lateral de Alex Marcelo para dar descanso al zurdo, que va encontrando su sitio y ayer se las tuvo tiesas en más de una jugada. Bidasoa abría distancias en el electrónico de forma silente. Y es que los altoaragoneses se toparon más de una vez con el infortunio. Esa parada de Arguillas que no vale porque los árbitros señalan falta previa y luego Bidasoa lleva la redonda a la red, un 7 metros en contra un poquito forzado o esa jugada que contra otro rival sería gol, pero no contra Bidasoa. Y de repente 12-7 en el electrónico.
El segundo acto lo abrió Bada con Espinha en la portería -con paradas importantes que seguro le vienen bien para su confianza- y calcando la impresión del primer acto. El problema era el rival. Bidasoa es muy buen equipo y puede sonar a un oxímoron que la derrota ha sido buena para los intereses altoaragonesas por la forma en la que se ha producido. Y es que siempre ha estado allí y nunca se ha dado por derrotado.
Bada apretó en defensa, forzó errores de Bidasoa y aprovechó para estar en el partido. Los guipuzcoanos manejaron diferencias de +5, pero dejaron la impresión de mucho curro para doblegar a un Bada que se relamió sus heridas por las bolas perdidas, las que impidieron cercar a los guipuzcoanos en el electrónico. Y cuando estaban en ese punto de ceñirlo más, los 200 centímetros de Sierra arruinaban cualquier rayo de esperanza.
Bada cose su tercera derrota en tres partidos, pero de forma distinta a las dos anteriores. Queda un mundo por jugar, pero el camino es el de esta mañana.
FICHA TÉCNICA
Bidasoa: Sierra (p), Iñaki Cavero (6), Rodrigo Salinas (2), Jon Azkue (5), Da Silva, Julen Aginagalde (1), Racoteca (1). Siete inicial. Ledo (ps), Crowley (4), Zabala (1), Odriozola (3), Tesoriere, Gey-Emparan, Sergio de la Salud (2), Bonanno (1), Iker Serrano (1).
Bada Huesca: Dani Arguillas (p), Carmona (), Marcelo (4), Tioumentsev (1), Benites (1), Asier Nieto (2), Oier (1). Siete inicial. Espinha (ps), Montoya (2), Adrià Pérez (2), Oleksandr (), Gucek (1), Paul Adrián (1), Sergio Pérez (4), Miguel Malo (1), Joao Pinto (1).
Parciales cada cinco minutos: 3-3, 6-4, 10-6, 12-7, 14-10, 17-11 (descanso) 19-13, 20-15, 23-15, 23-17, 24-18, 27-21
Árbitros: García-Marín. Excluidos Aginagalde, Iker Serrano, Bonanno (roja), Tsorire, Da Silva (2 y roja) por Bidasoa; Montoya, Aleksandr (2), Asier Nieto y Alex Marcelo (2) por el Bada Huesca.