Pulido conversa con Femenñias tras una jugada del Huesca Oviedo en El Alcoraz. Foto: LaLiga
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A veces el fútbol es así de sencillo. Pensar, templar con calidad y un delantero con olfato remata a la red. Es lo que hizo Borja con el balón que le puso Jimmy. Mandó la pelota con tranquilidad y el delantero hizo el resto ante un Andrés que, quizá, podría haber hecho algo más. Solo habían pasado 11 minutos y el Oviedo mandaba en el marcador. Los asturianos no salieron a defender. Todo lo contrario. Los de Cuco Ziganda mordieron pronto para anular el fútbol de los de Ambriz. Ambos técnicos se conocen de Pamplona. Uno era segundo de vasco Aguirre, el otro esta entonces al frente del filial rojillo.
La derrota llega en casa, en El Alcoraz, con más aficionados en la grada que en las dos primeras entregas y tras perder contra Las Palmas. Cuando eres candidato al ascenso y cosechas tu segunda derrota consecutiva la derivada es clara: crisis. Menos mal que queda un mundo por jugar.
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Nuevos cromos implican más posibilidades. Y Nacho Ambriz metió en el once inicial a Gaich y Florian Miguel. Igual se esperaba algún cambio más con el mercado cerrado, pero ya habrá tiempo. E igual lo visto sobre el prado de El Alcoraz anima a más cambios en la propuesta inicial para la próxima cita. Al menos, de posición. Al Huesca le costó mucho sacar la bola. Sin encontrar a Seoane todo es más difícil. El Oviedo presionó alto, en pocos metros, y a la mínima imprimió velocidad.
Ocasiones sin gol del Huesca
Tras el gol en contra el Huesca encerró al Oviedo y, poco a poco, a llegar con peligro. Escriche pudo empatar en el 36, pero Femenías respondió con una gran parada. El Huesca dejó carencias graves. Le faltó un mundo hilvanar su juego. Demasiados errores en pases frustraron ataques y provocaron más de un susto en defensa. Aún así, Marc Mateu pudo empatar al filo del primer acto, pero su zurdazo se fue por milímetros por encima de la escuadra izquierda de Femenías.
Un fuera de juego nada más abrir el segundo acto evitó que el Huesca se metiera en un formidable lío, porque Borja Bastón ya saboreaba su segundo tanto. Por poco, pero jugada invalidada y menos mal. La sensación con el paso de los minutos es que el Oviedo tenía mucho más claro su plan de juego ante un Huesca consumido en errores propios.
Entrada de Nwakali y Juan Carlos
Que el Huesca tenía que cambiar de brújula estaba más que claro. Ambriz puso sobre el prado a Juan Carlos y Nwakali por Rico y Gaich con lo que Escriche se quedó en punta. El cambio fue crucial para que el Huesca empatara. Fue por pundonor. Pulido se incorporó al ataque, tal como soltó el balón se fue al área rival donde Marc Mateu -siempre peligroso- le puso el balón en su cabeza. Remató y Escriche puso el pecho para alojar el balón en la red.
Tras el empate, el partido se abrió y el Oviedo fue el más listo en una contra donde Obeng ganó a Cristian y embocó ante un Andrés que nada pudo hacer. Con el 1-2, los de Cuco Ziganda embarraron al máximo el partido para cortar cualquier rtitmo de juego. Cada falta fue aprovechada para perder tiempo. El Huesca se enredó con esas acciones hasta el punto de que Pulido vio una doble amarilla por protestar una falta y encararse con el árbitro. La derrota era clara y tocará arreglar este tropiezo.
Ficha técnica
SD Huesca: Andrés; Buffarini, Cristian Salvador, Pulido, Florian Miguel; Ferreiro (Lombardo 76’), Rico (Nwakali 61’), Seoane, Marc Mateu; Gaich (Juan Carlos 61’) y Escriche.
