El Huesca de Míchel se fue a Valencia que se sienta sobre un volcán para buscar los puntos necesarios con los que cicatrizar las heridas tras la derrota contra el Cádiz. Y sumó un empate tras poner minutos de fútbol y el rival refugiarse en la suerte. El conjunto Ché presenta menos fiereza que la pasada campaña con la falta de tipos como Rodrigo, Parejo o Coquelin y seguro que el 6 de octubre será más peligroso que ahora. Celta y Levante desnudaron su fragilidad defensiva: 24 disparos a los dominios de Doménech. Aún así, los tres puntos casi estuvieron de quedarse en Mestalla.
Míchel presentó un once con la incorporación de Seoane -muy buen partido- en el centro del campo ya que Rico sigue recuperándose. El técnico no quiere forzar a nadie. La lesión muscular de Maffeo ha sido clara. Si no hay urgencia, primero tocará coger la forma. En todo caso, minutos para desequilibrar al rival. Otra cosa será con toda la tropa en estado de revista. En este caso es previsible que el once del Huesca sea distinto.
Con Okazaki de segunda punta, Ferreiro arrancó por la derecha mientras Mir era la referencia arriba. Puestos a tener el control de la bola, que es lo que le gusta a Míchel, cambios en el frente de ataque para encontrar la pólvora que se mojó contra el Cádiz. Y empezó bien. Llamó un par de veces a la puerta de Doménech cuando si hubiera público en la grada alguno se estaría acomodando.
El Huesca incomodó mucho al Valencia, le restó protagonismo y pisó su área con más ahínco que un rival que solo presentó cierto peligro a balón parado. Y susto. El VAR salió para aclarar una jugada de Pedro López con Manu Vallejo. Curioso. Más tras el ‘vuelo’ de Okazaki en el área del Valencia en una pugna con Guillamón que soliviantó a Míchel en la banda.
Y sin nada de fútbol, el Valencia puso un gol de patio de colegio. Una falta desde el lado izquierdo y el balón que pasa por un bosque de piernas sin que nadie consiga darle hasta que llega a las redes de Andrés Fernández. La falta la cometió Pedro López, aunque nada de esto se hubiera producido si el árbitro hubiera visto el manotazo a Ferreiro de Kondogbia. El fútbol a veces es así de injusto. Sin que el rival haga nada te gana en el marcador.
El gol no desarmó la filosofía del Huesca, aunque disminuyeron sus acometidas con el paso de los minutos. Con Ferreiro más deshilachado que en otras ocasiones y Juan Carlos sin encontrar el rumbo, el equipo de Míchel perdía mordiente. Y eso, contra un Valencia que, sin nada, iba por delante. El gol era un analgésico poderoso cuando tienes dudas sobre tu juego y necesidades.
El Huesca siguió mordiendo a un rival que maniató, además, sin que pudiera encontrar cómodas contras. Pero era un dominio estéril. En el minuto 60 llegó la primera ocasión clara del Huesca. Seoane lanzó un misil dentro del área al que respondió con brillantez Doménech. Luego le sacó a córner una bola de oro a Ferreiro. Y aún consiguió una tercera parada antes de caer. En esta ocasión a Pulido. Con la cuarta ya no pudo. Hubiera sido demasiado. Ferreiro le puso a Siovas un lujo de balón que mandó a la escuadra derecha de Doménech.
El partido se abrió. Y Okazaki mandó el cuero al larguero que tembló, como todo el Valencia, sobrepasado y sin poder generar lo que se espera de un equipo así. Con buen fútbol, el Huesca construía argumentos suficientes para hacerse con el partido. No le gustaba el empate y se fue siempre a por el rival. Hay que reconocer que esa valentía debe tener premio.
Ontiveros salió al campo por Okazaki para revolucionar los últimos 20 minutos del partido, y Michel también puso a Luisinho por Pedro López. Mosquera, tremendo su partido pleno de potencia y sentido, se encontró con un balón gracias a un fallo de Guillamón en el 87 y tuvo la oportunidad pero su zurdazo lo atrapó Doménech. El partido entró en esa fase donde ya el fallo puede penalizar al máximo y así respondió el Valencia con Gameiro.
Al final, el botín parece muy escaso. Más por lo visto sobre el campo, más porque la próxima jornada llega el Atlético de Madrid. Esto es Primera.
FICHA TÉCNICA
Valencia CF: Doménech; Gaya, Diakhaby, Guillamón, Wass; Guedes (Kang in 84′), Racic (Esquerdo 92′), Kondogbia, Jason (Musha 62′); Manu Vallejo (Gameiro 62′), Maxi Gómez.
SD Huesca: Andrés Fernández; Pedro López (Luisinho 79′), Pulido, Siovas, Galán; Juan Carlos (Borja García 61′), Mosquera, Seoane; Mir (Escriche 89′), Okazaki (Ontiveros 79′), Ferreiro (Joaquín 89′).
Goles: 1-0 min.37 Wass. 1-1. min.62 Siovas.
Árbitro: José Luis Munuera. Galán 64′.