Hace 7 primaveras, Huesca y Cádiz se disputaron en El Alcoraz el honor de seguir perteneciendo al fútbol profesional. Camacho derrotó a un Cádiz que descendería una semana después.
Hoy se miden en El Alcoraz dos conjuntos que hace unos años se jugaban la vida, y bien lo sabía el coliseo azulgrana, que acogió a 5.500 espectadores, registrando una de las mejores entradas de su historia. Corría el año 2010 cuando ambos equipos militaban en Segunda División y era concretamente un 13 de junio, en la penúltima jornada de Liga, cuando volvían a cruzarse en el camino tras empatar a nada (0-0) en el partido de la primera vuelta disputado en el Carranza.
Restaban dos jornadas para el final y el Cádiz del uruguayo Espárrago llegaba a El Alcoraz por delante de los azulgrana en la tabla, con un punto más (47) y fuera de descenso (17º), aunque habiendo perdido en la jornada anterior en el Carranza ante la Real Sociedad (1-3). El Huesca, dirigido por Antonio Calderón, había sacado un empate frente al Villarreal ‘B’ en tierras castellonenses, era 20º con 46 puntos y necesitaba de una victoria ante su afición para agarrarse a la permanencia.
El balón se ponía en juego y la cosa no podía comenzar peor: Enrique Costa (6′) remataba a placer un balón servido por Diego Tristán tras una jugada personal. De nuevo Tristán era protagonista en otra acción que, sin embargo y en favor de los locales, desbarató el guardameta Toni Doblas. El Cádiz había hecho lo más difícil, enmudeciendo a un Alcoraz que no se podía permitir no alentar a los suyos. Pero el guion tendría un final feliz para los azulgrana, como han podido disfrutar actualmente ante Mallorca o Reus, con goles ‘in extremis’ que han dado los tres puntos, para sellar la permanencia y permitirse seguir soñando.
Luis Helguera (35′) realizó lo inimaginable. El santanderino, pareja de Lluís Sastre en el mediocentro titular, se sacó una espectacular volea desde unos treinta metros de la meta gaditana. El balón se marchó al fondo de las mallas, devolviendo la ilusión a una afición que no iba a dejar solo a su equipo. Tras el descanso, el Huesca salió con mayor convicción y pudo darle la vuelta al electrónico bien pronto gracias a las ocasiones de José Vegar primero y Gilvan Gomes después, quienes no acertaron en el remate. No obstante, cuando mejor estaba el Huesca, los de Calderón se quedaron con uno menos. El goleador Helguera era expulsado por roja directa (54′) y el cuadro oscense debía afrontar más de la última media hora de juego con 10.
El sol que caía en El Alcoraz durante aquella soleada tarde y el tremendo esfuerzo realizado por los jugadores iba haciendo mella en todos y cada uno de ellos. El Huesca necesitaba proteger su renta a costa de un Cádiz que tenía una oportunidad de oro para asegurar la salvación pero que estuvo impreciso y desacertado en los metros finales. El partido se convirtió en un correcalles en el que los futbolistas de ambos bandos eran movidos más por las ganas y por el corazón que por cualquier directriz que saliera de los banquillos.
Y en el 78′ llegó el éxtasis. El capitán Juanjo Camacho recogió un balón suelto en la frontal del área rival y, con un zurdazo inapelable, hacía imposible la estirada del cancerbero Dani. El Alcoraz estalló de júbilo aunque hubiera que sufrir en los últimos minutos. El Huesca terminó con 9 tras la expulsión por doble amarilla de Gilvan Gomes pero el Cádiz fue incapaz de lograr un tanto que le permitiese, al menos, sacar algo de provecho de tierras oscenses.
El colegido decretó el final y Huesca entera sonreía. Los pupilos de Antonio Calderón habían dado un paso de gigante para cosechar la permanencia, alcanzando los 49 puntos, que se convirtieron en 52 tras vencer en Vigo una jornada después. El Huesca había remontando un partido por primera vez en toda la temporada. Un encuentro de tintes épicos, una victoria que sacaba a los azulgrana del descenso y metía a un Cádiz que, a pesar de ganar en la última jornada ante el Numancia (4-2), consumaría su descenso a Segunda División ‘B’.
Sin duda, un ingrato recuerdo para los cadistas, quienes visitan esta tarde El Alcoraz en las mismas condiciones que hace 7 primaveras: por delante del Huesca en la tabla (5º), con más puntos (2), y con la intención no de no caer en descenso, como antaño, sino de no salirse de unos puestos tan privilegiados que dan opción a ser de Primera División y que el Huesca acecha con la mayor de las ilusiones.
Esa tarde fue una de las mejores que recuerdo en el Alcoraz sino la mejor, sumarísimo en segunda…
Vaya ambiente…
Y el viaje a Castellón y posteriormente el partido con los regalos del Villarreal al final que fallo como 5 goles con palos incluídos…
Good times, espero que repitamos hoy.