Tras varias temporadas de sufrimiento en el baloncesto aragonés, en cuanto a lo que son los primeros espadas del deporte de la canasta en nuestra comunidad autónoma, podemos decir que esta campaña esos fantasmas están desapareciendo, tanto que los resultados están acostumbrando a ser buenas noticias la mayoría de jornadas, algo totalmente contrario a lo que nos está brindando el fútbol.
Para muestra la última jornada de liga para ambos clubes aragoneses. Empezó el viernes en Huesca, donde Levitec Huesca realizó una auténtica machada, con todo el partido a remolque del Covirán Granada, hasta que en la última posesión del tiempo reglamentario Tyler Haws igualaba la contienda enviando el partido a la prórroga, y no solamente hubo una, sino dos tiempos extras para que finalmente los oscenses se llevaran el gato al agua por 89-82 en un choque épico. La guinda la ponía Tecnyconta Zaragoza este domingo, en un partido muy importante para sus intereses ante el Joventut de Badalona, en un choque que comenzó igualado, comenzó a mandar el equipo maño en el segundo periodo, y a partir del descanso encendió el rodillo para pasar por encima de su rival por 112-66, 46 puntos de diferencia, la distancia más amplia conseguida por los aragoneses en la Liga Endesa, con premio final para Bo McCalebb que acabó siendo el MVP del partido y el mejor jugador de la jornada 10 en la ACB.
La victoria zaragozana pone a día de hoy a los de Porfi Fisac en puestos de Copa del Rey, aunque el entrenador de Tecnyconta Zaragoza no quiere hablar de la copa hasta la jornada 17 en caso de tener opciones de entrar en ella, consciente de que es muy largo esto, situando a su equipo en 7º puesto en la ACB, en un triple empate con el 5º y 6º con 6 victorias y 4 derrotas. Por su parte los de Guillermo Arenas se encuentran en 2ª posición en LEB Oro, en un quintuple empate con el mismo balance que el líder con 7 triunfos y 2 derrotas, un puesto que si a día de hoy terminara la primera vuelta, clasificaría a Levitec Huesca para la Copa de la Reina, algo que por supuesto ni se nombra a día de hoy en la capital altoaragonesa, insistiendo en que el objetivo real es la salvación y después ya se verá.
El baloncesto aragonés está de enhorabuena, y los aficionados de ambos equipos del deporte de la canasta, están disfrutando de una temporada, un juego, y unos resultados a los que sus clubes no les tenía acostumbrados en las últimas campañas, sin duda algo para celebrar y que permite soñar despiertos con cotas mayores, ¡que siga la racha!.