El Bada Huesca busca este miércoles en la difícil pista de Cuenca pasar la eliminatoria de Copa del Rey ante un equipo que estará cargado de emotividad para brindar el pase de ronda a su entrenador. La ventaja de los altoaragoneses es de cuatro tantos (33-29) conseguida la pasada semana en el Palacio.
La ambición de Gonzalo Carró trasplantada al resto del equipo tiene que prevalecer en el Bada Huesca mañana en El Sargal. El pivote gallego afirmó en su presentación como jugador patrocinado por Podoactiva que hay que ganar los dos partidos de la eliminatoria contra un Cuenca que vive en un momento desatado en su juego. Y no será fácil. Menos aún si el técnico local decide dar minutos a su portero Leonardo Vial, titular durante los partidos Asobal y que en la ida de la eliminatoria sujetó a su equipo amortiguando la derrota. La vuelta se empezará a escribir a partir de las 20.30 con los colegiados Luque y Pascual como encargados de impartir justicia.
Bada se encuentra ya en Cuenca. Ha viajado con cuatro goles de ventaja. Una diferencia nimia en esto del balonmano. Más aún cuando te toca jugártela en la pista manchega donde la afición siempre responde. Cuando alrededor del 40×20 se monta una caldera llega la hora de dar el paso adelante. Es el último partido del año. Luego la competición se paraliza. Vacaciones amplias para la plantilla del Bada excepto para Teixeira, enrolado con Brasil para el Mundial.
Cuenca, con numerosas bajas en la ida, llega a la cita reforzado por lo vivido en Huesca donde llegó a perder de nueve en la segunda parte y acortó la diferencia a cuatro. Saltará a la pista, además, juramentado para brindar su triunfo a su técnico, Lidio Jiménez, que no estará en el banquillo ya que va a ser operado de una dolencia en la espalda el jueves.
El técnico del Bada Huesca ha inculcado a su equipo que se trata de un encuentro limpio desde el inicio, sin la ventaja cierta de esos cuatro tantos -puede valer oro el gol de Ariño en la última jugada de la ida- para subrayar que “lo mejor para todo será ganarlo”, recalca José Francisco Nolasco. La clave volverá a ser el abc del balonmano: buena defensa, correr y acertar en el lanzamiento.