El tiempo vuela y se le ha echado encima al Real Zaragoza. La necesidad de dar salida a algunos futbolistas ha destacado en el mercado de fichajes del equipo aragonés desde su inicio. No obstante, esa operación, para la que parecía haber tiempo de sobra, se ha complicado más de lo esperado. A 17 días del inicio de la Liga y poco más de un mes del cierre del mercado, se encuentra atascada y, por ello, ya es un asunto de urgencia para la dirección deportiva.
Actualmente, 28 jugadores del primer equipo más Puche configuran la plantilla, a falta de dos o tres incorporaciones que aún tienen que llegar. La necesidad de aligerar fichas es evidente. El mismo Carcedo transmitió la semana pasada dicha urgencia para poder tener la plantilla lo más cerrada posible. Como entrenador, aseguraba que lo ideal es trabajar cuanto antes con el grupo definido, y no con jugadores que no van a formar parte de este.
Además, es importante tener en cuenta el límite de jugadores establecido por la RFEF para el primer equipo, siendo 25 el máximo permitido. O sin olvidarnos del factor económico, pues el Real Zaragoza debe ajustarse a su límite salarial.
Salidas confirmadas
Aunque a ritmo lento, ya se han producido algunas despedidas en la Ciudad Deportiva. Los más jóvenes se han marchado cedidos para poder contar con un mayor número de minutos. Es el caso de Ángel López y Marcos Baselga que han puesto rumbo al Calahorra de 1º RFEF, o de Marc Aguado, quien repite su cesión al Andorra, en Segunda División. También de la misma forma ha salido Sabin Merino, al Atlético San Luis de México. Por otro lado, tres jugadores han puesto fin a su contrato con el Real Zaragoza: Javi Ros, Vuckic y Carlos Azón.
En la rampa de salida
Una decena de jugadores están haciendo la pretemporada con el equipo, sin embargo, no disponen de hueco en el vestuario y se contemplan posibilidades para su salida, cada una con sus peculiaridades. Hablamos de nombres propios como Larrazabal, Narváez, Clemente, Carbonell, Buyla, Bikoro, Petrovic, Nieto, Lasure, Valentín Vada o Ratón.
Bikoro es el único que ni siquiera ha comenzado a entrenar con el grupo y que tiene más de pie y medio fuera de la ciudad del Ebro. El futbolista rescindiría contrato para volver al Hércules, donde ha estado cedido la última campaña. El resto continúa a las órdenes de Carcedo en ascuas sobre su futuro. Clemente, Carbonell y Buyla saldrán seguramente en calidad de cedidos, para no cortar su trayectoria, pero sus destinos y condiciones todavía no están claros.
En el lateral izquierdo, Lasure o Nieto, al menos uno, no seguirá el año que viene. Los últimos rumores apuntan a que varios equipos de la categoría estarían interesados en Carlos Nieto, como Ponferradina, Racing o Mirandés. Así pues, a día de hoy este es quien tendría más opciones de irse.
La salida de Petrovic, Larrazabal y Narváez es el verdadero hueso duro, pues los tres cobran altos salarios que conviene reducir. El rendimiento de Petrovic y Narváez ha dejado bastante que desear y, por tanto, se les abre la puerta, aunque las negociaciones son complicadas. A Larra también se le busca equipo, pero este tiene buenas sensaciones y puede lograr convencer al técnico.
Por último, Vada y Ratón parece que definitivamente permanecerán en el conjunto blanquillo, a no ser que de aquí a la conclusión del mercado haya una oferta que convenza al Real Zaragoza y a los interesados.
A pesar de que algunos de ellos prefieren tener una oportunidad en la Romareda y de que sus operaciones suscitan diversas opiniones entre la afición, el tiempo juega en contra y la dirección deportiva tiene que conseguir sellar numerosas salidas. Así pues, Sanllehí, Torrecilla y compañía deberán trabajar duro para terminar de definir la plantilla del Real Zaragoza 2022-2023.