Dice un refrán castellano que la paciencia es la madre de la ciencia, y ya he escrito muchas veces que la paciencia en el fútbol no existe, ni tampoco la memoria.
Miren si no hay paciencia, que con 9 jornadas en 2ª B, en Elda han despedido ya: ¡al segundo entrenador! No han ganado un partido, pero dos entrenadores en 9 jornadas: ¿no es algo exagerado?
Resulta que el 9 del Huesca no había marcado, resulta que tenía ocasiones pero no las metía, y era cierto.
Resulta que desde que Roberto García dejó El Alcoraz, el Huesca no tenía un delantero solvente y eso que han pasado unos cuantos, con rachas aceptables pero nunca con regularidad, y el personal estaba inquieto, yo también lo confieso, a pesar de que salvo en Mallorca, siempre se habían generado ocasiones de gol, e incluso se habían marcado 3 goles frente al Córdoba.
La tarde no invitaba al optimismo, porque Borja Lázaro no pudo aprovechar dos goles casi cantados: la primera era de empujar pero el balón se le adelantó ligeramente; la segunda, Sergio Pérez estuvo más listo para evitar el gol, pero nunca cejó Lázaro de trabajar, luchar y pelear, y aun no habiendo marcado, hubiera escrito que su partido había sido de notable.
Eligió escorarse en la tercera que tuvo y pensaba que se le iría fuera, pero sonrió por fin el espigado delantero azulgrana, que rompe así su racha más larga sin marcar.
“En la grada no hubo paciencia con Borja”
Me cuentan que en la grada no hubo paciencia con Borja, que la gente se impacientó demasiado, pero incluso Anquela decidió mantenerlo en el césped y esa paciencia tuvo premio.
También me cuentan que hay un cierto sector (muy pequeño debe ser porque en el campo no se percibe) que critica a Samu porque entienden que no se esfuerza lo suficiente a la hora del trabajo defensivo. Hasta Anquela tuvo palabras para eso en sala de prensa, y yo, que coincido en que los futbolistas debieran trabajar en ambas facetas, defensiva y ofensiva, siendo indiferente su posición en el campo, entiendo que futbolistas con el talento de Samu aportan más haciendo lo que saben bien, que no haciendo lo que deben, aunque el equipo se resienta a veces por ello.
Si Anquela fue paciente para mantener y confiar en Lázaro, confieso que me pareció impaciente sacando a Ferreiro de la titularidad para que entrara Vadillo, pero dos partidos después me he dado cuenta que lo que el Huesca pudo perder en esos dos partidos, lo va a ganar con creces con un Vadillo casi a tope, que necesitaba minutos y confianza.
“A Vadillo le queda pequeña la Segunda”
Ya verán cuando el sevillano esté al cien por cien, pues pienso que tiene margen de maniobra. Es un futbolista al que la categoría le queda pequeña. El Huesca ha acertado en su incorporación y va a dar muchas tardes de alegría. Escrito está y si me equivoco me pueden pasar la factura.
No quiero olvidarme de Aguilera, porque de entre todos los jugadores del Huesca, es mi preferido: hace una labor sorda, silenciosa e invisible. Sin tener la pelota maneja al equipo, hace mejores a quienes le rodean y para el Huesca es el jugador más imprescindible de la temporada. Ante el Mirandés volvió a dar una clase magistral y tiene más mérito porque casi siempre tiene que bailar en solitario, aunque esta vez Melero fue un buen socio y compañero de viaje.
Ahora bien, entre tanta alegría porque el equipo funcione y golpee sin dominar el partido y el balón, y luego se coma a los rivales con fútbol y ocasiones, hay algo que me viene escamando y que con la rápida, sorprendente e inesperada lesión de Carlos David, me atrevo a comentar.
De un tiempo a esta parte, coincidiendo curiosamente con alguna sorprendente marcha del club, el Huesca más que informar, desinforma cuando tiene que hablar de lesiones, molestias y plazos de recuperación.
Es imposible saber, salvo que te acerques al futbolista y te lo explique, si tiene una elongación en el muslo, molestias en el pubis o una infección de la uña del pie.
El responsable, despacha la cuestión con un “pendiente de evolución” tan abstracto, que a veces creo que nos quiere tomar el pelo a los que pretendemos informar.
Porque vas por la calle y te preguntan: oye, ¿y qué tiene Aguilera?, y tú te encoges de hombros y le dices: pues chico, dice el club que “pendiente de evolución.”
Resulta que de los plazos de las últimas lesiones que el club estimó en un mes para Carlos David, y mes y medio para Aguilera, los jugadores se han recuperado milagrosamente en dos semanas y han vuelto al césped.
Entiendo que no es fácil estimar los plazos, pero si dijeran la dolencia del jugador, la obligación de quienes informamos a los lectores es de buscarnos la vida para conocer los posibles días de baja del futbolista.
Y de resultas de todo esto, Carlos David se lesiona nada más arrancar el partido, el Huesca pierde un cambio a los 6 minutos, y le cuesta un cuarto de hora meterse en el partido, milagro que el Mirandés no se hubiera puesto por delante.
“Carlos David confesó haber forzado su vuelta y pidió perdón”
Le estaba dando muchas vueltas a la historia pensando que el jugador se había precipitado, que sus ganas de volver a jugar habían podido más que la lógica de no forzar, pero cuando Anquela en rueda de prensa dijo que la lesión del extremeño era en lugar distinto dije: “Es hora de contenerse y no culpar al jugador”. Pero 10 minutos después, el jugador confesó en su cuenta de twitter haber forzado su vuelta y pidió perdón a la afición. Me da que el supuesto capote que Anquela quiso darle a Carlos David, le duró bastante poco.
Así que ya ven, entre pacientes e impacientes está ahora la cosa, con un Huesca que sigue bien asentado a pesar de tener lapsus como el de Mallorca.
Disfrutemos del momento, pero no bajemos la guardia, ya me entienden.