Se trata del mayor galardón a nivel internacional que se otorga en el mundo del alpinismo. 56 son los nominados en esta edición, siendo la cordada del oscense Dani Ascaso y el catalán Santi Padrós la única española de la lista.
Ascaso, Padrós, Sullivan y Billon |Foto: Peña GuaraSeguramente nada haría imaginar a Dani Ascaso, cuando a finales del pasado mes de octubre y junto a su compañero de cordada Santi Padrós, que esa novedosa actividad que tenía planeada en la pared sur del Cerro Torre argentino le llevaría a ser nominado al Piolet d’Or, la mayor distinción que una actividad alpina puede recibir en el mundo. Algo así como los Oscar de la montaña. Seguramente tampoco lo imaginaran Lise Billon y Jérôme Sullivan, alpinistas franceses con los que coincidieron en la base de la montaña y que curiosamente iban con la intención de realizar la misma via. Una sencilla conversación les llevó a unir sus fuerzas para superar el gran reto que tenían por delante.
Balas y chocolate fue el nombre elegido para esta impresionante ruta de 900 metros de desnivel hasta el Collado de la Esperanza del Cerro Norte Adela. Un “rutón” de hielo y roca, como el propio Dani Ascaso lo calificó en su día. Un rutón frío, pendiente y expuesto a la caida de seracs, al cual no le pudieron poner la guinda de hacer cima en el Cerro Torre, para muchos la más esbelta de las montañas de la Patagonia. 600 metros más de escalada y un cambio radical de tiempo les hicieron bajar. Será que tienes que volver, Dani.
Ahora toca esperar. La lista de actividades “significativas e innovadoras” que exige la organización, y que para esta edición ha sido elaborada por Lindsay Griffin del American Alpine Journal y Claude Gardien de Vertical, ya ha visto la luz. En las próximas semanas se reunirá el Comité Técnico Internacional, que compuesto por destacadas figuras de reconocido prestigio dentro del mundo del montañismo , decidirá que actividad o actividades son merecedoras de tan importante galardón.
Realmente es muy difícil que la escalada del de Peña Guara y sus compañeros sea la elegida ya que el nivel del resto de seleccionados es notable, con actividades sobresalientes como las del Talung o el Ama Dablam en Nepal, montañas a las que más se suele mirar a la hora de entregar este tipo de premios. Pero el mero hecho de estar seleccionado para el Piolet d’Or ya es en sí mismo un galardón que habla alto y claro de la categoría de la actividad que un alpinista oscense llevó a cabo en los confines del hemisferio sur. Por cierto, entre las 56 elegidas ningún ochomil. Afortunadamente en el mundo de la montaña no todo es la altura, tal y como algunos quieren hacernos creer.