Dani Fuertes regresa al noveno grado de forma espectacular. El escalador zaragozano frisa los 40 años -los cumple en un par de semanas- y se encuentra en ese punto de forma donde nada parece imposible. El zaragozano tiene su segunda casa en Rodellar, en el Parque Natural de la Sierra de Guara. Y allí, en el sector Alí Babá ha sumado en poco más de dos semanas un 9 a y un 9 a+.
Subraya que la madurez se la dio hace ya un tiempo su chica, Silvia Borgoñón. No es que lo diga con orgullo, que también, es que lo pregona a los cuatro vientos. La impresión es que sin Silvia todo sería distinto. Ella también escala. Sabe lo que es ser fanático de este deporte por lo que, sin duda, asfalta mucho mejor el camino. Y luego está África, la pequeña. Dos años y seguro que posiblemente ha visto más cuerdas y pies de gato que muchos más talluditos.
El de Zaragoza ha vuelto a romper moldes en un sector familiar, que evoca a Las mil y una noches. Familiar porque es una cueva baja, donde los niños pueden corretear y que con ese nombre llama al engaño. El suelo está cerca. Una colchoneta sirve para que no te hagas daño y eso es, sin duda, fuente de equívoco cuando se valora lo hecho. No es una montaña, no hay precipicio, no hay nada mediático. ¿Y entonces? Pues la realidad es que se trata de algo complejo, donde avanzar cada metro es un ejercicio portentoso de fuerza y concentración, de movimientos complejos que derivan en un grado de escalada reservado a muy pocas personas.
El 9 a+ lo tachó con Ali Hulk Extensión Total. El 9 a fue en esta vía, aunque sin la extensión que le dio el 9 a +. Al estar juntas eso ‘facilitó’ el trabajo. Se trata del segundo 9 a + de Dani Fuertes. El primero corresponde a No pain no gain, también en Rodellar, en junio de 2017.
La Cueva de Alí Babá es uno de los sectores más reconocibles de Rodellar. En 2007 se desarrollaron estas vías de noveno grado. Se trata de una cueva pequeña, al lado del río “que no me motivaba mucho. Son buenas vías, pero no me atraía mucho porque es angosto y no tiene tanta belleza como otras cuevas de Rodellar”, recalca. Eso sí, se lo reservaba para más adelante por el carácter familiar de Alí Babá. Por allí los pequeños pueden corretear sin peligro alguno. Las vías combinan búlder y cuerda, siempre hay colchonetas… “y por eso me lo guardaba para cuando fuera padre”, se ríe.
‘Sit star’
Alí Babá combina partes con cuerda y sin ella. La vía con la que regresó a la dimensión del noveno arranca desde un 8c +, un grado más que respetable. A partir de allí todo se complica con una serie de movimientos perfectamente coordinados hasta lograr ese 9 a +. Y, en cartera tiene ir a por el 9 b. Sería la quinta repetición. La diferencia es que entraría sentado, ‘sit start’, lo que supondría añadir 20 movimientos más de grado 7c. Técnicamente sería la ‘king line’ del sector ‘Ali Hulk sit star extension’, explica Dani Fuertes que también pone el acento en los amigos para hacer todo esto posible. Marcos Vidal, Víctor, su chica son algunos de los que colaboraron para hacer posible esa apertura y su próximo objetivo.