A pesar de las dos últimas derrotas, el portero del SD Huesca, Dani Jiménez, mantiene intacta la ilusión y la confianza en el equipo. El guardameta recalca que la temporada sigue abierta y que el equipo no debe perder de vista todo el trabajo positivo realizado hasta el momento.
Compromiso total con el equipo y la afición
Jiménez destaca el apoyo incondicional de la afición, que sigue mostrando su entusiasmo tanto en el estadio como en el día a día en la ciudad. “Me llena ver a la gente ilusionada. Es un extra de motivación para devolverles esa energía con buenos resultados”, señala.
El meta azulgrana valora especialmente la conexión con la hinchada y comparte una anécdota reciente: “El otro día, en un cruce, una mujer desconocida me animó con un ‘¡Vamos!’. Esos gestos significan mucho para nosotros y nos impulsan a seguir luchando”.
Las claves del equipo y la influencia del míster
Desde la llegada del técnico, el equipo ha trabajado en una defensa sólida y en jugar al límite para maximizar el rendimiento. “El míster nos exige mucho, nos hace crecer y mejorar constantemente. No podemos dejar que estas derrotas empañen todo lo bueno que hemos hecho”, explica el portero.
Sobre el rendimiento individual, Jiménez destaca el papel del cuerpo técnico y la preparación específica de porteros, que han sido clave en su evolución y rendimiento actual.
El desafío de Ipurua y el tramo final de temporada
El próximo reto del Huesca es visitar al Eibar, un rival fuerte en su estadio. “A estas alturas de la temporada, todos los equipos tienen la necesidad de ganar. Cada partido es una final, y daremos el máximo para sumar puntos y seguir en la pelea”, afirma el guardameta.
A pesar de las recientes derrotas, Jiménez mantiene la confianza en el equipo y rechaza las especulaciones sobre la pérdida de opciones en la clasificación. “Ni hace tres meses éramos candidatos a nada, ni ahora dejamos de serlo. Seguimos en una posición idílica y vamos a luchar hasta el final”.