(ACTUALIZADO) “Hacer un podium aquí es algo increíble y la verdad es que no podía hacerlo mejor”, afirmó Dani Osanz tras regresar a su hotel tras la carrera. Feliz. Y no es para menos. Su primera incursión en Estados Unidos acaba con la plata en su cuello. Un segundo puesto que le sabe a gloria. Dani Osanz acaba de cerrar su participación en la Pikes Peak Ascent, de 21,4 kilómetros y 2.362 metros de desnivel positivo y que tiene la peculiaridad de tener la meta a 4.000 metros de altitud.
La altitud era uno de los grandes problemas. No es fácil llevar ritmo por encima de los 3.000 metros. Más cuando tu zona de entrenamiento y de competición no llega a esas cifras. Dani Osanz se preparó a conciencia para correr en Estados Unidos y Candanchú fue escenario de muchos de sus entrenamientos. Series y series para acercarse a lo que iba a encontrar en esta etapa de las Golden Series en el país de las barras y las estrellas.
Dani Osanz no escondió tras la carrera que seguía “en una nube”. El ritmo que se marcó desde las primeras zancadas fue muy fuerte. Quien ganó, el suizo Rémi Bonnet, y dos americanos se escaparon, con un grupo principalmente de corredores europeos por detrás. “A mitad de recorrido vi que tenía mejor ritmo, me escapé, me puse tercero y cuando quedaban unos 200 positivos, cuando ya se notaba la altura vi a Joseph Gray -varias veces campeón del mundo- lo adelanté y regulé hasta meta”.
La altura pasó factura por ritmos y por todo lo que es la nutrición. “Para hacerla hay que entrenar de manera específica y la verdad es que estoy muy feliz. No lo podía hacer mejor”, explicó Dani Osanz.
Aún le queda una segunda carrera. Será el próximo fin de semana. Hasta entonces saborear ese segundo puesto con un tiempo de 2h8m42s con el que quedó a 1m30s del ganador, Rémi Bonnet.