HUESCA | Nada más regresar de Estados Unidos, Dani Osanz se fue a las montañas de la Jacetania para entrenar y contrarrestar el jet-lag. La final de las Golden Series y clasificarse para la próxima edición de la UTMB marcan su horizonte más próximo. Y cuando el mayor de los Osanz se pone a entrenar lo hace a la japonesa. Concentrado a tope y sin que nada le distraiga. No es una obsesión. Es simplemente esfuerzo, sacrificio y pasión porque el objetivo le compensa.
Regresas de correr dos Golden Series en Estados Unidos con sabor distinto. Quizá la Mamut 26K te quitó el mal sabor de boca que te pudo dejar la Pico de Pikes, con final a 4.300 metros de altitud, y cuando el año pasado fuiste segundo. ¿Qué valoración haces de ambas carreras?
Positiva. Sabía de dónde venía, y tras 15 días de correr una ultra -OCC UTMB-, Pikes era una carrera muy diferente, además 12 horas de vuelo y con el jet-lag… Fui séptimo. Es verdad que no fue un gran puesto, manejaba ser sexto o cuarto, pero bueno. Fui muy valiente, quise arriesgar y luchar por el podio aunque sabía que era muy difícil. Estuve en tercera posición casi toda la carrera, cuarto hasta la última milla y luego quinto a falta de 200 metros que me pasaron dos corredores. Llegué vacío a meta. En el momento sí que fue un poco (suspira) esa séptima plaza por cómo había ocurrido, pero en las Golden y con el nivel que hay es súper complicado. La valoro de forma positivo. El quinto puesto en Mamut sí que me dejó buen sabor de boca. Fui más conservador, y mantuve un ritmo más estable, de maratón. Intenté luchar por el podio, pero no lo conseguí. El año pasado preparé esas carreras durante dos meses y ahora fue en tres días. Al final, estoy en novena posición en la general.
Creo que el año pasado la Pico de Pikes fue sin nieve y en esta ocasión sí que la hubo. ¿Cómo afecta esto a la hora de correr?
Rémmy (Bonnet) comentó que fue mejor con nieve que sin ella. Yo noté la altura, la nieve no fue relevante para la general, aunque sí tuve algún resbalón. Pasó mucha gente antes que la había pisado y la verdad es que no influyó.
Al final logras el objetivo de estar en la final de las Golden Series, que será en Italia por senderos con vistas al Mediterráneo. ¿Influye mucho el correr en altitud a hacerlo casi a nivel del mar pese a esos 1.200 positivos en 24 km?
Sí, sin duda, la altura es definitiva y en estas carreras en Estados Unidos marca mucho y los atletas americanos van mucho más rápido que los europeos. Hablando con Remi me comentó que estaba igual de fuerte que el año pasado, pero había estado un mes entrenando entre 2.000 y 4.000 metros, y eso había sido fundamental.
Estás abrochando una temporada donde has orillado el Kilómetro Vertical por carreras de media distancia, entendiendo media distancia hasta 50 km. ¿Cómo es el Daniel Osanz de este tipo de pruebas al Dani Osanz del KV?
Me cuesta todavía disfrutar las carreras largas, entrenando, no. Me gusta sacrificarme y pasar horas en la montaña, pero en carrera me cuesta gestionarlo mental y físicamente. Es un cambio brusco y me cuesta más de lo que me gustaría. La motivación para seguir la mantengo, pero no descarto las carreras cortas. Estoy entre los mejores del mundo en esas distancias cortas y eso no lo quiero perder. Buscaré el equilibrio. Me motivan las distancias largas y no me voy a rendir en eso.
¿Se puede decir que estás en un periodo de transición, que esta temporada ha sido más de aprendizaje que de podios?
Es una temporada con menos podios que el año anterior, aunque sí tengo resultados para estar satisfecho. Es una temporada rara, sí, pero me siento muy orgulloso y satisfecho de cómo he rendido en carrera corta, porque sexto en un Mundial y primer europeo, segundo en skyrunning en Copa del Mundo y Top10 en las Golden es para estar satisfecho si no hubiera hecho otra cosa. Es un año diferente, pero seguir en la elite es muy valorable, más con el nivel que hay porque es un deporte que cada vez tiene a mejor gente. Los tiempos en mis entrenamientos son mejor que nunca y eso quiere decir que he mejorado mucho. Sí ha habido días malos, pero me he levantado y he seguido. Lo que tengo claro es que no me voy a rendir.
Y ahora, la final de las Golden Series, en Italia, en la zona de la Liguria del 19 al 22 de octubre y en un entorno muy diferente al de Estados Unidos.
Son cinco vueltas por circuitos diferentes, que siempre pasas por donde será la meta. Será una carrera rápida, técnica, muy distinta a las dos de Estados Unidos. No sé si me va a favorecer o perjudicar, pero desde luego va a ser diferente a las dos últimas.