HUESCA | Dani Osanz tiene en Jaca su cuartel general y allí descansa tras la final de las Golden World Series. No se quedó a gusto tras cruzar la meta en Il Golfo Dell’Isola. Ni el trazado ayudó ni que los cordones de una de sus zapatillas se rompieran con una piedra colaboró. Le tocó correr haciendo equilibrios. Son gajes del oficio. Imponderables que no se pueden controlar. En la carrera del domingo, ese problema con los cordones le penalizó y acabó en el puesto 32.
El trazado, por cierto, recibió críticas de los corredores por montaña más puros. Sobre todo, porque era muy corrible, aunque sí mediático que eso es bueno para dar visibilidad al trail. Retransmitido por Eurosport, con cuatro pasos por la línea de meta, con mucha gente arremolinada dando calor a los participantes, el final de las World Series tuvo un gran impacto… El objetivo era acabar en el Top-10 de las GWS y acabó undécimo.
En Jaca prepara la que posiblemente sea la última carrera de la temporada. Será en unos días en Suecia. Nunca ha corrido en el país nórdico y siempre es un atractivo abrirse a nuevos horizontes. Se trata de una prueba clasificatoria para la UTMB y Dani Osanz tiene la OCC como uno de sus objetivos prioritarios. Chamonix es la referencia del mundo del trail y ganar allí es (casi) lo más grande. El problema es que está con unas molestias físicas y eso le hace si sopesar si acudir o no a Suecia. En el horizonte, ese OCC 2024. También es cierto que si no obtuviera los puntos puede dirigir una carta a la organización exponiendo su deseo y lo que le avala. Su currículo es tal, que no debería haber problema alguno. Pero, claro Dani, los Osanz, son competidores puros y duros. Por lo tanto, si puede competirá en Suecia o donde sea.
Cansancio mental
De la final de las World Series en Italia salió más cansado mental que físicamente. La temporada se le ha hecho larga. Cambió el kilómetro vertical por distancias más exigentes, de las que hay que pasar seis, siete horas en la montaña rindiendo al máximo. Y a todo se necesita uno adaptar. En cuanto logre el objetivo de conseguir los puntos necesarios para estar en la línea de salida de la próxima OCC todo será mejor. Se quitará un peso de encima y ya podrá dedicarse al descanso activo. En su caso tiradas por el monte, bici, esquí de travesía en cuanto se pueda… Esas cosas que él denomina descanso activo y que muchos otros lo hacen y se acodan en la barra del bar para contarlo. “Tengo ganas de hacer cosas”, recalca pero sin presión, aunque enfocadas para la próxima temporada.
En este sentido, posiblemente visite a su gran amigo Manu Merillas. Suelen compartir apartamento cuando coinciden en carreras. El leonés de Valseco es competidor y amigo. Ganador de la última edición de la legendaria Zegama-Aizkorri, aconseja a Osanz cómo mejorar. Y uno de sus recomendaciones es estar más tiempo en la montaña, acostumbrarse a a distancias de entre 55 y 60 kilómetros en 6 o 7 horas “y ver cómo el cuerpo responde”, precisa Dani Osanz.
En esas jornadas de descanso, Dani no descarta siquiera una barbacoa -o más- con los amigos. Y es que cuando acabe la temporada y mientras se prepara para la siguiente, también se quiere rendir algún homenaje, alguna desconexión absoluta del sacrificio de las zapas y la montaña por mucho que sea un fanático de ello.