Dani Osanz es campeón del mundo de kilómetro vertical. Acaba de certificarse su tiempo. Y lo ha hecho con récord. 1m30s menos que la anterior marca fijada hace cinco años. Ha sido una tarde tremenda, llena de tensión en el Gran Sasso, en Italia. El jacetano supo que había hecho un tiempo colosal, pero hubo problema con el cronometraje. Prefirió no hacer declaraciones. Se alejó de cualquier triunfalismo. Y pasaron los minutos como si fueran horas. Hasta que al final. Más cerca de las 23.30 que de las 23.00 las buenas sensaciones cristalizaron. Otro oro. Otra vez en lo más alto del cajón. Otra vez en Italia.
Dani Osanz: “Estoy súper contento”
“Estoy súper contento. Ha sido una tarde muy intensa. Sabía que había hecho un buen tiempo, que había mejorado el tiempo del año pasado, pero no salían las clasificaciones”, explicó. La prueba arrancó a las 16.00. Por delante esos 1.000 metros de desnivel positivo concentrados en 3,5 kilómetros que firmó en 34m52s. Su victoria en el Mundial del año pasado sumado a su buena temporada ha puesto el foco en el joven estudiante de Medicina en la Universidad de Zaragoza que el domingo corre la skyruninng, de 21,6 kilómetros y 2.226 metros de desnivel positivo. Las dos pruebas conforman la combinada. Relajarse y descansar con esos nervios ha sido un imposible. “He estado toda la tarde con los técnicos y muy nervioso”, explica.
El kilómetro vertical no ha sido sencillo. Tuvo que regular al milímetro y no se obcecó cuando otro de los favoritos, el suizo Roberto Delorenzi que le ha pillado nada más salir. “He ido con sangre fría y con cabeza. Cuando he cogido el ritmo me he ido hacia adelante y hecho mi carrera. En los últimos metros me he dado cuenta de que iba muy fuerte y me he ido a por el récord”, indica el corredor de Adidas.