HUESCA | Dani Osanz se encuentra en Chamonix para participar el domingo en la segunda prueba de las GoldenTrail World Series 2023. Llega fuerte a la cita. Quiere salir airoso de este rincón de los Alpes a donde regresará a finales de agosto para uno de los grandes objetivos de la temporada: será en la OCC de la UTMB, la carrera más mediática del mundo trail. Pero eso será el día 30 por lo que quedan poco más de dos meses por delante.
El aragonés viajó el jueves, ha estirado ya las piernas y se encuentra a la espera de que llegue otro crack, Manu Merillas. Van a compartir el apartamento, aunque el de Jaca ya se ha asegurado “la cama con la ventana al lado”, dice entre risas. Eso sí, de su amigo y rival espera que traiga jamón. Ya se sabe que el ganador de la última Zegama-Aizkorri repone fuerzas con productos de su tierra, que son de una enorme calidad.
Los dos formarán parte del selecto grupo de corredores que se van a pinchar el dorsal para afrontar un trazado de 42 kilómetros y 2.500 metros de desnivel positivo. El recorrido encapsula dos subidas y dos descensos fuertes, no es técnico y se espera calor para una carrera que se abre a las 7.30. Todo ello metido en una coctelera da como jugo, “un sitio que me encanta. Aquí estoy muy cómodo porque es parecido a Jaca y los Pirineos”, suelta Dani Osanz.
No es la primera vez que el de Jaca visita Chamonix. Conoce buena parte del recorrido y tiene claro que, como siempre, saldrá a darlo todo. Llega en un buen estado de forma. Su progresión corresponde al diseño de la temporada. Si en la vasca de la Zegama-Aizkorri estuvo justito, ya mejoró mucho para el Mundial de Austria y ahora, en Chamonix, se siente fuerte. El objetivo es ser Top-10. Dos puestos por debajo, fantástico; dos por encima también los firma. Y eso que le cuesta cuesta fijar el objetivo, hay que insistirle para que ponga una posición final deseada.
Tras la carrera del domingo se abrirán nuevos objetivos. El más tangible en Suiza a mediados de julio; la Sierre Zinal, otra de las carreras más mediáticas del circuito internacional flota entre el deseo y la realidad para volver a pincharse el dorsal y al cabo del mes de agosto, la UTMB, donde quiere hacer distancia en la OCC. El problema es que entre la Sierre-Zinal y la OCC hay quince días. Lo hecho de forma previa determinará si acude o no a Sierre Zinal.