ZARAGOZA | Dani Tasende es uno de los fichajes más ilusionantes del verano. De niño quiso ser Marcelo, después siguió la estela de su hermano Angeliño y alcanzó el fútbol profesional en Villarreal. 8 años más tarde, llegó la llamada del Real Zaragoza. En poco tiempo ha demostrado que su juego puede ser una certeza y que su fútbol está hecho de otra categoría.
Tras un estreno perfecto ante el Cádiz, Tasende atendió a Sport Aragón, en una entrevista extensa, que descubre la cara más amable del lateral.
El debut soñado
Imagino que está siendo una semana sencilla, distinta, tras un debut ideal…
Sí. Con una victoria todos estamos más contentos y lo estamos también por cómo fue. Desde el primer momento, el desarrollo del juego nos favoreció, se notaba que íbamos a ganar. Están siendo días felices.
¿Esperabáis un inicio tan redondo?
Nosotros queríamos ganar desde el principio, aunque es obvio que no esperas hacerlo con tanta diferencia. En pretemporada pudimos notar que nos empezábamos a conocer, que había una buena mezcla entre los que ya estaban y los que acabamos de llegar. Tenemos un grupo muy bueno y eso se vio reflejado en el partido. Todos nos compenetramos muy bien y eso explica también la primera victoria.
Un grupo que tiene un líder muy claro, que es Víctor Fernández… ¿Qué te pidió en Cádiz y qué busca de ti para el resto de temporada?
Me pide que sea profundo, que tenga recorrido y que vigile la defensa. Normalmente los laterales modernos se miden por cómo llegan al ataque, pero hay que ser conscientes de que también son defensas. Víctor me insiste en conceptos como la salida de balón, me pide que llegue al ataque y que ponga buenos centros.
Siempre has tenido una facilidad innata para atacar, pero has evolucionado también en la faceta defensiva, ¿es algo que has trabajado especialmente en los últimos años?
Eso siempre me ha costado mucho, pero al llegar a Segunda me di cuenta de que es un trabajo importante, imprescindible. Por los extremos a los que te enfrentas, por su facilidad para encarar y hacerte sufrir en el uno contra uno. Creo que en eso he evolucionado en los últimos años y que aún me queda por aprender mucho más.
Inicios
Vamos al principio de esta historia, a tu Galicia natal, en Coristanco. ¿Recuerdas la primera vez que viste un balón y te enamoraste de él?
La primera vez tendría cinco años. Yo hacía todo lo que hacía mi hermano. Él iba a natación y yo le seguía. Eligió el fútbol para él y también lo hizo por mí. Al principio no me gustaba del todo, pero a los 13 o 14 años pensé que podía ser lo mío. Después llegaron el resto de las cosas.
Tu hermano, Angeliño, es muy importante en esta historia. También a la hora de compartir ídolos, ¿a quién teníais en el póster cuando eráis niños?
A Marcelo. También a Roberto Carlos, pero este último a través de los vídeos. Marcelo para los laterales izquierdos de esta época es la mejor opción que se puede elegir. Admiraba sus centros, su forma de atacar, sus disparos… era un jugador increíble.
Vuestro caso es absolutamente excepcional. No es habitual encontrar dos hermanos en el fútbol de élite, pero es casi imposible encontrar dos que sean zurdos y jueguen en la misma posición… Háblanos un poco del tuyo, ¿quién es Angeliño?
Mi hermano es un chico gallego, que se fue al Depor muy pequeño. Enseguida dio un salto enorme y tuvo opciones para ir a varios de los mejores equipos de España. Al final, se fue a Inglaterra, al Manchester City, a construir su futuro ahí. Mi hermano ha pasado por varios equipos de élite y tengo en él un ejemplo, una referencia. Veo cómo está triunfando y quiero seguir sus pasos. O al menos intentarlo.
Si algún día acabáis jugando juntos va a haber que elegir quién ocupa el extremo y quién juega de lateral…
O él en el banquillo y yo como titular (ríe).
Esa voluntad de seguir sus pasos te llevó a Inglaterra…
Fui allí para apoyarlo, no con la idea de jugar al fútbol. Pude jugar en un equipo del City y creo que ahí empezó todo a hacerse más real. Me gustaba mucho la idea de juego de Inglaterra, el fútbol físico, vertical. Aprendí inglés y fue una gran experiencia. De ahí, volví a Galicia y todo cambió.
Villarreal
Bergantiños como estación intermedia y un torneo de semana santa…
Fue el momento en el que el Villarreal apostó por mí. Estaba un poco nervioso, pero todo salió bien. Fue un paso importante, enorme. La cantera del Villarreal me ayudó a formarme, creo que son especialistas en eso. He aprendido muchísimo de todos sus entrenadores y he disfrutado del Villarreal en todas las categorías en las estuve. Pude ganar La Copa del Rey en Juvenil. Después, logré el ascenso a Segunda con el filial. Fue un sueño y una locura.
También viviste un debut de película, en Riazor, a unos 50 kilómetros de tu casa…
No me lo podía creer, me estrenarme con el primer equipo en casa. En Riazor, en el sitio en el que de niño siempre había soñado jugar. Mi familia pudo venir a verme y no pude estar más contento.
¿Esperabas haber tenido una oportunidad con el primer equipo en la máxima categoría?
Sí, es algo que espera siempre cualquier canterano. Siempre buscas esa oportunidad para demostrar todo el esfuerzo y el trabajo de los años anteriores. También para enseñar el fútbol que llevas dentro. Pero no pudo ser y ahí no se acaba el fútbol.
Y sirvió para que te llamara el Real Zaragoza…
Exacto. Y no era la primera vez. El año pasado ya hubo contactos, pero no se pudo concretar. Creo que entonces me quedó una espina clavada. Quería venir aquí, quería jugar en el Real Zaragoza.
Real Zaragoza
¿Qué sabías del Real Zaragoza antes de llegar a Zaragoza?
Siempre me fijé en La Romareda. He sufrido este estadio como visitante, toda la presión que se genera en el campo. Creo que jugar de local será increíble. Lo he visto ya en el primer desplazamiento, en el partido en Cádiz. A unos mil kilómetros de distancia, había cerca de 300 personas animando. Eso nos dará un plus en los partidos, la sensación de que jugamos con uno más. La afición nos ayudará muchísimo, también en partidos en los que vas por debajo del marcador, te dará la fuerza necesaria para remontar. Tener una afición y una historia como este club te invita a crecer, a seguir ayudando al grupo. Y a escribir tu nombre en el Real Zaragoza.
¿Quién te ha impresionado especialmente en estos meses?
Keidi Bare es buenísimo, Mario Soberón tiene un golpeo increíble. Y hay muchísimos más que me han impactado. Supongo que tiene que ver con el paso de un filial al primer equipo. Cambian todas las cosas: dejas de ser un chico joven y empiezas a jugar con hombres. Hay muchísimos futbolistas en esta plantilla que pueden explotar.
En la banda izquierda, también puedes formar una sociedad prometedora con Adrián Liso…
Liso fue uno de los primeros compañeros con los que hablé. Además hemos compartido habitación después. Tiene un futuro tremendo, una potencia brutal. Nos estamos entendiendo mucho mejor, creo que vamos por el buen camino. En Cádiz se pudo ver: ya sé los movimientos que va a hacer y él ya sabe los movimientos que voy a hacer yo. Creo que este año vamos a disfrutar mucho los dos.
El triunfo hace que el mundo parezca un lugar mejor, pero ¿cómo ves al equipo si lo miras con cierta perspectiva?
Vi desde el primer momento que éramos un grupo que quería ganar. En Cádiz jugamos como un equipo, no paramos de presionar, de buscar el balón. Supimos hacer lo que nos pedía el entrenador. Estamos remando todos en el mismo sentido y en la misma dirección. Más allá de la victoria hay que ir paso a paso, pero creo que vamos a vivir más partidos bonitos.
¿Cómo es Víctor Fernández en las distancias cortas?
Lo veo como un entrenador que sabe lo que hace, que ayuda mucho al futbolista y que sabe transmitir muy buenas vibraciones. Su historia en Zaragoza y su historial como entrenador nos va a permitir ser mejores futbolistas. Su sola presencia nos va a ayudar muchísimo.
¿Qué le pides a tu temporada?
Dar siempre el máximo de mí, ayudar al equipo en todo lo que pueda. Y el fútbol se mide también por números: quiero dar asistencias y ayudar al equipo con algún gol.
Dos para cerrar, en alguna declaración has reivindicado el lugar de tu madre en tu historia. ¿Qué significa para ti?
Ella lo significa todo. Nos tuvo que criar sola a mi hermano y a mí y nos ayudó muchísimo. Además de trabajar, hacía todo por nosotros. Siempre nos llevó a todos los partidos y nunca le importó que fuera en la otra punta de Galicia. Una madre siempre va a dar todo lo que tiene para que sus hijos estén bien.
Ella te permitió vivir el sueño del fútbol, ¿cuál es el que tienes para esta temporada?
Tampoco quiero decirlo, para no gafarlo. Todo el mundo sabe lo que quiere el Real Zaragoza. Y lo que se merece el club por su afición y su historia.