Respeto. David Gómez ha sido tajante. Quiere que su equipo sea respetado en cada uno de los partidos que disputa en esta LEB Oro. Y lo ha argumentado. En el último partido, al Levitec Huesca le pitaron 46 faltas por 28 al rival. Con finales apretados, esa diferencia es letal. Y la falta de respeto descansa, a su juicio, en que es el club con el presupuesto más bajo de la categoría, conformado por una plantilla de jóvenes jugadores que pilota un técnico con muchos menos inviernos que los jefes de otros banquillos. “No se nos permite dialogar con los árbitros”, apuntala David Gómez que, no obstante, matiza, que el respeto “se gana con victorias”.
Y ganar es precisamente la principal asignatura pendiente de este Levitec Huesca que luce dos escasas victorias en su casillero. Una, contra el rival de este viernes en el Palacio: el Real Canoe. Seguro que con público en la grada sería un partido muy distinto. Sería de esos que se viven con la pasión que se alimentó en el partido de ida cuando el rival del Levitec no quiso aplazarlo pese a las bajas del quinteto altoaragonés. Fuera por lo que fuera, ganaron los de David Gómez. Y ahora se quiere repetir. Los dos buscan la permanencia y en este nuevo formato de la LEB Oro, hilar dos victorias para la siguiente liguilla será importante.
David Gómez resta importancia a lo que sucedió en la primera vuelta. “El rencor no lleva a ningún lugar”, sostiene y, recalca que “las batallas anteriores para una final como esta quedan en un segundo plano”. Lo que sí exige es la máxima concentración de todos sus jugadores, que estén enchufados en todos los cuartos del partido, en cada segundo de cada uno de ellos.
No lo tendrá fácil el Levitec Huesca. Canoe hizo ‘sudar’ a Castelló y su fortaleza mental creció tras perder de un solo punto con Palma tras dos prórrogas. Pese a que los madrileños cierran la tabla, la veteranía de White y Clark, el juego de Miguel González y el internacional danés Sami Eleraky le dejan más baloncesto que el que dicta su posición.
David Gómez espera cuarenta minutos tensos, dibuja un partido trabado de mucha paciencia, en el que habrá que “buscar al jugador liberado, correr y que ellos no corran”. Por fortuna tiene a su disposición a toda la plantilla… mientras sigue a la espera de la llegada de quien sustituya al ‘cortado’ Omogbo.