HUESCA |Desde Aísa, en el Pirineo aragonés, a Tavascán, en el de Lérida hay 264 kilómetros por la N-260 que se pueden recorrer en coche poco más de cuatro horas. Es un viaje placentero por las vistas, aunque tortuoso. Bueno, es lo que tienen las carreteras de montaña por muy nacional que sea esta. Pero la noticia es otra. Las dos pequeñas localidades también se pueden conectar a través de las montañas, por ambas caras de la cordillera. El recorrido, eso sí, es más bello y tortuoso. Y, sobre todo, más placentero, aunque agotador. Mikael Othax pone voz a esta aventura tras la primera etapa… y con el deseo de que siga todo bien.
No hay más objetivo que ir a Tavascán sobre bicis graves y esquís de montaña. Francés afincado desde hace años en España y, más en concreto, en Murillo de Gállego, Mikael Othax o no está solo en esta empresa. Porque una aventura así es para compartir. Y en ello se encuentran conformando esta particular cordada el cántabro Marcos López y otro francés Romain Vives. Ni que decir tiene que son apasionados por la aventura en la misma proporción que esto no es una cosa de locos. Ni mucho menos.
Todo lo han planificado hasta donde se puede. En sus bicis llevan, también los esquís y un equipo de cámaras compuesto por Daniel Santamaría y Jesús Barrabés pondrán imágenes a una aventura que vuelve a poner en valor aquello de que este territorio tiene más nexos en común que fronteras pese a las singularidades de cada valle.
La aventura está planificada en autosuficiencia. Y las etapas las conectarán con los distintos refugios de montaña que salpican el recorrido. Tras su paso por el Bisaurín y el puerto de Jasa y Aísa y seguir en dirección a Candanchú, Mikael Othas comentó el primer día de la aventura que les llevó al refugio de Lizara “lo que ya fue una aventura con la nieve que había sobre la carretera. Pasó un tractor y eso nos ayudó a llegar a Lizara. Nos cambiamos rápido y subimos al Bisaurín por la sur y bajamos por la noreste. Parecía que estábamos en Alaska. Fue brutal y llegamos al refugio con una sonrisa muy grande tras más de 10 horas de actividad”.