HUESCA| Samuel Obeng es el nuevo ídolo de El Alcoraz y el delantero lo ha logrado a base de esfuerzo y trabajo tras una corta e intensa historia. Sus 25 años de vida dan para un libro que comenzaría en su humilde ciudad de nacimiento en Ghana, en Nsapor. Desde muy pequeño, la estrella del Huesca jugaba en la calle con niños de todas las edades. Allí no había categorías ni número de jugadores por cada equipo, allí se jugaba al fútbol y solo se sabía de Ronaldinho, Figo o Zidane de oídas, aunque ya entonces sus jugadores referencia eran Eto´o y Drogba.
El padre de Obeng se fue Nsapor con destino Europa cuando Samuel tenía siete años. Meses después llegó hasta Barcelona tras un interminable viaje. El cabeza de familia mandaba dinero para su familia hasta que pudo traerse a Obeng a Gurb, una localidad catalana cercana a Vic en la que el joven futbolista creció. Samuel no olvida su llegada a España, deslumbrado por todas las luces de Barcelona en su aterrizaje que contrastaban con la oscuridad de su Ghana natal.
Una vez en Gurb hizo todo lo posible por jugar a fútbol y no paró hasta que se coló en un autobús que llevaba a sus compañeros de clase a un partido. En su pueblo de adopción jugó en alevín, infantil, cadete y juvenil, hasta que el Manlleu, en juvenil nacional, lo reclutó. En esta categoría marcó las diferencias y el Getafe lo fichó para su cantera, pero no se acostumbró a vivir tan lejos de su familia y con 17 años se vio obligado a volver a Cataluña. El Girona lo fichó para su equipo B y eso le abrió las puertas del Granollers.
En el fútbol senior
En Tercera División marcó 10 goles y el Calahorra lo tuvo a prueba para su proyecto en Segunda B. Obeng convenció con su juego a los directivos riojanos y marcó siete goles esa temporada. Dos de esos tantos fueron al Oviedo Vetusta y el club asturiano se decidió a ficharlo para el filial. En la temporada 19/20 llegó a la Ciudad Deportiva de Requexón y su portentoso físico le llamó la atención a Sergio Ejea, que le hizo debutar en Segunda en Riazor el 18 de agosto del 2019, estrenándose con gol en el fútbol profesional.
Su maestro Ziganda
Sin embargo, ese tanto no le asentó en el Real Oviedo y tuvo que alternar el primer equipo con el filial hasta que llegó `Cuco´ Ziganda. El navarro apostó por él en ocho de los 14 últimos partidos de la temporada, en la que el equipo asturiano se jugaba la permanencia y Obeng respondió como jugador de refresco. Durante las dos siguientes cursos Ziganda le enseñó a ser futbolista de élite y en su última temporada juntos, la 21/22, marcó ocho goles en Segunda y se convirtió en el complemento ideal para Borja Bastón.
Su llegada a Huesca
Su maestro Ziganda se fue al Huesca y él tuvo minutos con Bolo y Cervera, pero no tenía el protagonismo que le había dado con su protector. En enero su representante le dijo a Ziganda que Obeng quería salir del Oviedo y Cuco llamó a Ángel Martín González para suplicarle su fichaje. Tras el pago de 75.000 euros por su cesión, Obeng recaló en El Alcoraz y en su primer partido se inventó una chilena fantástica para meterse a la afición oscense en el bolsillo.
El futuro de Obeng
En siete partidos se ha ganado el cariño de la grada y toda la hinchada espera que el delantero de 25 años pueda seguir en el Huesca la próxima temporada. Con el Real Oviedo tiene un año más de contrato y no hay opción de compra en su cesión. Su futuro no parece claro en marzo, pero Cuco seguirá en Huesca, Obeng quiere estar con Ziganda y El Alcoraz adora a un futbolista que por primera vez se siente la estrella del equipo. Tres factores que deberían ser suficientes como para que el africano siguiera ilusionando a la afición oscense cada domingo durante más tiempo.