Nacho Ambriz ha dado un giro de timón en apenas cinco jornadas de competición. Algunos jugadores como Kelechi Nwakali o Joaquín Muñoz empezaron la temporada como titulares, sin embargo ahora casi no disponen de minutos. De igual manera, otro de los cambios más significativos del míster ha sido el cambio de esquema, de un 4-3-3 a un 4-2-2 que no ha terminado de funcionar.
Uno de los más perjudicados ha sido Joaquín Muñoz, quien metió gol en la primera jornada y ha pasado al ostracismo en el banquillo. Hasta el momento, el malagueño ha partido en dos encuentros como titular, contra el Éibar y contra el Cartagena. Sin embargo, de repente, el extremo aterrizó en el banquillo. Cierto es que en Canarias tuvo sus minutos saliendo en la segunda parte, pero contra el Oviedo y el Lugo no jugó. Es de extrañar, pues parecía que este año iba a ser un jugador importante tras la gran inversión realizada por él y su buen papel en el Málaga.
Otro de los «desterrados» ha sido Kelechi Nwakali. A diferencia de Muñoz, este jugador ha gozado de más continuidad. Comenzó partiendo como titular contra Éibar y Cartagena hasta que Ambriz le sustituyó. Sin embargo, contra el Oviedo y el Lugo, partió como suplente para saltar después al campo. De la misma manera que el malagueño, la expectación en torno al nigeriano era positiva. La gran campaña realizada en Alcorcón le daba galones para establecerse como uno de los fijos en el once, sin embargo no está siendo así.
El tercer gran cambio de Ambriz ha sido un cambio de esquema, cuyos números evidencian que no está funcionando. Las dos primeras jornadas de liga, el técnico mexicano apostó por un 4-3-3 y obtuvo un total de seis puntos. Sin embargo, tras la llegada de Adolfo Gaich y Isidro Pitta, el míster decidió cambiar el dibujo a un 4-4-2 para darles cabida. Desde entonces, el equipo ha acumulado ya tres derrotas consecutivas. Además, parece que desde la dirección deportiva se apuesta por el 4-4-2. En la presentación de Gaich, Rubén García dejó caer que el delantero argentino y el paraguayo son compatibles, dando a entender que la idea es que jueguen juntos.
Sin embargo, parece que los jugadores no terminan de amoldarse a este esquema de juego. No es para menos. Si durante la pretemporada se ha practicado una idea, el cambio repentina de esta traerá consecuencias, las cuales pueden ser buenas o malas. Además, visto que a Pitta y Gaich todavía no están en plena forma, parece más rentable regresar al 4-3-3 hasta que ambos jugadores estén a punto.
De esta manera, y en vista de la proyección de resultados, el mexicano deberá plantear si ser fiel a su idea de juego o recuperar el esquema anterior. De igual forma, también tendrá que reflexionar sobre el papel de los suplentes en el equipo. Visto los rápidos cambios de decisiones del entrenador, los siguientes en caer en el «ostracismo» podrían ser Andrés Fernández y Julio Buffarini para dar entrada a Miguel San Román y Andrei Ratiu. Por lo tanto, habrá que esperar a ver qué nos depara Nacho Ambriz para esta SD Huesca.