El entrenador del Casademont Zaragoza, Porfirio Fisac, ha declarado tras la victoria rojilla sobre el Valencia Basket (86-75) que era de los días más felices desde que volvió a Zaragoza para intentar salvar al equipo del descenso. “Creo que hemos devuelto algo que de alguna manera tiene que ser. Jugar en casa es jugar con esa atmósfera que crea nuestra afición que es súper fiel y necesita que les demostremos que estamos aquí para defenderles”, apunta.
El técnico del conjunto ‘rojillo’ ha indicado que habían jugado “un buen partido” y que habían entendido la energía que tiene que tener hacerlo en el pabellón Príncipe Felipe, algo que se tienen que exigir. “El mayor exponente de esta energía ha sido Mekowulu, al que no tenía momento para hacerle descansar porque estaba con un grado de energía y de empuje al equipo extraordinario”, valora. Fisac ha analizado que sus jugadores habían sido capaces de compartir el balón y de meter esos tiros que otros días fallaban a pies parados. “En todo momentos hemos dominado bastante, sobre todo a partir del descanso, lo que era el juego”, recalca.
Fisac ha señalado que de aquí en adelante va a haber partidos en los que tendrán que mirar para abajo en la clasificación y acabar de salvarse o bien mirar para arriba e intentar quedar lo más arriba posible pero ha matizado que ahora mismo todavía es muy temprano para hacer cuentas de ese tipo que no llevan a nada. “Tenemos nueve victorias e iremos viendo cada partido hacia dónde tenemos que jugar“, concluye.