Parece que en algún sector de la ‘afición’ no ha sentado muy bien que la SD Huesca decretase como ‘Día del Club’ el partido del lunes 6 de noviembre ante el Real Zaragoza, seguramente el partido más esperado por buena parte de la parroquia oscense. Los que llevan años soportando las idas y venidas del club saben que la miel que estamos saboreando en estos momentos es de Yemen, por lo menos. Por eso, se hace cuanto menos curioso que haya voces discordantes hasta en un momento así. Aún así, y como ésto no se trata de repartir carnets de buenos y malos aficionados, y todas las opiniones son respetables, dejaré por aquí algunas dudas que me acucian en las últimas horas.
Partamos de la base que todo aficionado, en verano, sabía de la existencia de este día y tenía en su memoria los precios que se habían pagado la temporada pasada. Seamos sinceros: el partido de más tirón y repercusión es el derbi aragonés; plantear otro partido es hacernos trampas al solitario. Yo soy de la opinión que el club debería cobrar algo más por el carnet en verano y evitarse el poco popular ‘Día del Club’, pero esa situación tampoco asegura que no haya voces discordantes con la subida. Como bien dice el dicho, “nunca llueve a gusto de todos”.
Al parecer, el tener asegurado un 50% de reducción la temporada que viene si se asiste a todos los encuentros en El Alcoraz no ha sido suficiente para algunos. Tener uno de los abonos más baratos de la categoría parece que tampoco, o el no haber pagado el partido de ‘playoff’ de la pasada temporada, así como el partido de Copa de este año es a todas luces insuficiente. Y no olvidemos el descuento de fidelidad en la presente campaña.
Como este artículo es de opinión, permítanme expresarme con claridad. Bajo mi punto de vista, si algún socio encuentra un problema económico esos 15, 20 0 25 euros que se deben pagar por asistir al derbi aragonés, quizás debería replantearse su economía. Igual lo que necesita es ahorrarse el carnet completo de toda la temporada.
“Yo me quedaré en casa” es la frase que se escucha de aquellos aficionados discordantes con la medida. En tal caso, por suerte para quien la pronuncia, el partido será televisado de forma gratuita por GOL TV. Les lanzo una pregunta: ¿acaso siendo en fin de semana ese aficionado hubiera acudido al estadio? Me da que algunos se escudan en los euros para quejarse por casi todo. Será que habremos visto tiempos mejores y yo ni los he vivido, ni tan siquiera leído.
Podremos debatir si el día y horario son los más adecuados (lunes, 6 de noviembre a las 21:00 horas), cosa que estaremos todos de acuerdo que a nivel de repercusión social y repercusión económica para la ciudad es, a todas luces, un mal día y un mal horario. En el club también lo saben pero para la tranquilidad del aficionado indignado, existe la posibilidad de verlo cómodamente en su casa. Y aquí me asalta otra gran duda: ¿acaso a éstos que les viene mal el horario, si no tuvieran que pagar 15, 20 0 25€ acudirían? Entonces, el problema es ¿el horario y el día o el detalle dinerario?
Existía la posibilidad de haber asignado como ‘Día del Club’ otro partido, como en algún sitio he escuchado, pero ¿acaso hacer pagar el día de Osasuna, por poner un ejemplo, habría gustado más? Si se diese la circunstancia que GOL TV también seleccionase ese partido y lo sitúa un lunes o quizás un viernes, ¿qué harían? ¿Obviarían el ‘Día del Club’ en esta ocasión?
A veces no se trata de ser mejor o peor, sino de sentir o no sentir y en esto no debemos fustigarnos. Que algun@s estéis pensando ya en ese lunes y ni tan siquiera os incordie que llueva, que haga frío, que sea a las 21:00 horas y a la mañana siguiente tengáis que acudir al trabajo, es sinónimo de que las cosas, a veces, menos insignificantes, son las que dan sentido a nuestras vidas. Eso se llama sentimiento y no se compra con dinero; o se tiene o no se tiene. El derbi es un partido tan especial, enmarcado en un inicio de campaña tan esperanzador, que merece estemos allí. Junto a ellos -los futbolistas-, junto a los verdaderos protagonistas, pero sin reproches, todos a una, con un sentimiento unánime y como muestra de orgullo.
Cosas “pequeñas” para una afición que está viendo a su equipo codearse con los importantes e históricos del panorama nacional. Quizá un día se alcance el cielo y a algún aficionado ilustre caigan las lágrimas observando orgulloso el histórico momento. Por ellos, por nosotros y por nuestro sentimiento, debemos estar allí. No lo olviden queridos lectores: “Fieles Siempre, Sin Reblar”, sin interrogantes de por medio.