Víctor Fernández ha abierto una puerta a la esperanza sobre su continuidad. El cántico unánime de La Romareda pidiendo que no se marché, parece haber ablandado la coraza del técnico que dejó claro desde el segundo uno que su trayecto en el banquillo zaragocista terminaría en el próximo mes de junio. Así nos lo cuenta también nuestro compañero, Oscar Marco.
Ahora, ese rotundo “no” de Víctor Fernández ha pasado a ser un “tal vez”. Aunque esa posibilidad va a estar muy condicionada al proyecto que el Real Zaragoza sea capaz de ofrecerle a Víctor Fernández. En primer lugar, el entrenador quiere un proyecto con aspiraciones reales de ascender a Primera División. Se le debe ofrecer una plantilla competitiva, especialmente en las líneas que más han flaqueado está campaña.
El técnico nunca ha ocultado los quebraderos de cabeza que su labor le ha ocasionado y ello, ha venido muy marcado por los errores defensivos y la falta de eficacia en ataque. Dos líneas que Víctor Fernández quiere reforzar con fichajes de garantías.
Los fichajes, una de las claves
Precisamente en esa elección de los fichajes estaría el otro requisito indispensable que ofrece a Víctor Fernández por parte del club. El Real Zaragoza debe ser consciente de la entidad de su entrenador y por tanto, de su necesaria capacidad de decisión en la política de fichajes de la dirección deportiva. Hay que trabajar de la mano, dando opciones de elección al cuerpo técnico y no imponiendo decisiones desde otros estamentos del club.
Todo ello además, estará condicionado por la faceta económica. La vía de venta de jugadores, si Víctor decide quedarse, no puede ser una opción. Hay que pensar entonces en una ampliación de capital o bien, en una nueva inyección económica por parte de los patronos del Real Zaragoza, con la mirada especialmente puesta en César Alierta.
A falta de todos esos matices, Víctor Fernández pide tiempo. De momento su negativa se ha transformado en un quizás. En pocos días sabremos si el “sí” termina por llegar.