Los Bada Huesca Anaitasuna siempre tienen un aroma especial. Hay tanta historia reciente en común que partidos así son los que se marcan con un círculo en rojo en el calendario. La rivalidad es sanota. El cruce de jugadores entre ambos clubes es lo que contribuye a que cada victoria tenga un dulce sabor como amarga cada derrota. Y Anaita celebró el empate como una victoria, Bada (casi) como una derrota. Que Anaitasuna llegara en tierra de nadie al Palacio poco importaba. Que se lo pregunten al jovencito Ander Izquierdo, que encadenó tres goles en menos de 9 minutos, y es un tipo que en defensa también tiene tela pasarlo.
Bada empezó bien. Es lo que tiene ser tercero, el sueño de pillar billete para la EHF, seguir con hambre para hacer una temporada histórica. Nolasco puso a Sergio Pérez en la sala de máquinas y en el banco se quedó Tioumentsev. El resto del ataque, la tropa de siempre. El estilo del equipo, el de los tipos que arrancan la campaña: a por el rival sea quien sea, se llame como se llame, jueguen como jueguen. Y atrás, su 6:0 donde Rodrigo Benites es referencia y Gucek, el capataz del resto de estibadores.
Anaita cedió exactamente nada en su juego, ni un solo centímetro. Dashko celebró el 7-7 como si fuera el tanto de la victoria y Bols sacó buenas paradas para que los de Pamplona pusieran el 7-8 al filo de la primera mitad del primer acto. Que había partido estaba claro, que había espectáculo, también. Y el medio millar de aficionados -hasta ahora estaba limitado el Palacio a 300- disfrutando de cómo se gestaba cada igualdad en el marcador.
El 6:0 de Anaita fue duro -González Díaz y Fisher son de esos tipos que te gustaría tener de guardaespaldas- y contó de cierta permisividad en alguna acción. La parroquia vio clara más de alguna exclusión, pero ni García y Rodríguez lo entendieron así. Quien se creció fue el portero del Anaita. Con 10-10 cerró una contra a Adrià y luego a Marcelo. Quique Domínguez paró el reloj en el 21 y con ese empate a 10. Nolasco puso sobre la pista a Tioumentsev para que llevara el ritmo del equipo altoaragonés y abrir el 6:0 navarro. Lo del central hispano ruso es para que después de cada partido lo metan en crioterapia para conservarlo mejor. Es, sencillamente, la diferencia.
Bada cerró uno arriba el primer acto. El regreso sirvió para que en los cinco primeros minutos Anaita secara su ataque y lograra darle la vuelta al marcador (14-15). Hubo buenas defensas y cierta permisividad para Anaita. Alex Marcelo recibió por tierra, mar y aire… y la exclusión fue para Gucek. Espinha frenó el 7 metros con el que se castigó la acción del esloveno y mantuvo el empate a 16. En la siguiente acción, Asier Nieto -vaya temporada la del vasco- puso el 17-16.
El partido seguía bonito para la grada, de responsabilidad y poder sobre el 40×20 y con la pareja arbitral elevando la tensión. Decisiones distintas, pasivos más fáciles en un sitio que en otro. Cositas. Ítem. Es difícil comprender que una firma empresarial patrocine al colectivo arbitral y a un club de la misma liga, por cierto.
Eso sí, igual fue excesiva la roja a Gastón en una acción donde fue a por un balón y golpeó, en el extremo derecho, la cara de Sergio Pérez. Al menos esa fue la sensación. Bada logró en el 48 una diferencia de +2 (21-19). Un buen paso en un partido tenso, con mucha menos diferencia de lo que dictan la posición de ambos sietes en la tabla y que hace realidad aquello de la igualdad de la Asobal. Meoki puso las tablas (21-21) y Nolasco pidió tiempo muerto.
En un toma y daca pleno de tensión, Rodrigo robó una bola fiel a su carácter, acecha como un cazador a su presa, robó y finalizó una contra para meter el 26-24 con 69 segundos para el final. Allí, al Bada le faltó un poquito de aguante, permitió un gol rápido de los navarros. Todo se resumió en 29 segundos con un tiempo muerto de Nolasco para armar jugada… sobre un pasivo decretado por el arbitraje. Tremendo. No salió y sí la última de Anaita para firmar un empate que le supo a victoria y eso que está en tierra de nadie. Inaudito, aunque también es cierto que lograrlo en casa del tercer clasificado de la Asobal es para celebrarlo.
Ficha técnica
Bada Huesca: Espinha (p), Adrià Pérez (3), Joao Pinto (3), Montoya (3), Sergio Pérez (4), Álex Marcelo (3), Carmona. Siete inicial. Arguillas (ps), Gucek (1), Asier Nieto (2), Mosquera (1). Malo, Tioumentsev (5), Rodrigo Benites.
Anaitasuna: Nicolai Bols (p), Gastón (2), Meoki (1), Del Arco, Fischer (2), Ander Izquierdo (5), Ganuza (3). Siete inicial. Marcos Cancio (ps), Etxeberría (2), Héctor González (1), Aitor García (4), Chocarro (5), Dashko (1), Pedro Casas.
Parciales cada cinco minutos: 2-1, 5-5, 8-8, 10-10, 10-11, 14-13 (descanso) 14-15, 16-16, 19-18, 21-21, 24-23, 26-26.
Árbitros: García-Rodriguez. Excluidos Gucek, Joao Pinto por Bada Huesca; Fisher, Ander Izquierdo, Gastón (roja por golpear a Sergio Pérez en la cara al intentar coger un rechace), González, Meoki, por Anaitasuna.