ZARAGOZA | Venció el Deportivo Aragón en un partido en el que las áreas fueron el principio y el fin de todas las cosas. En ese punto, a Mañas le bastó para encontrarse varias semanas después y a Carrillo para empezar a escribir su historia como zaragocista con un despeje sobre la línea con su equipo en el alambre. Entre medio hubo tensión, disputas y mucho duelo físico que le recordó al equipo de Larraz donde está.
En la primera parte se juntaron los mejores: entre Cuenca y Pinilla cocinaron los ataques más prometedores. Del primero nació el tanto de Mañas, en una diagonal que le define como futbolista. Cuenca ganó el pasillo interior y a la espalda de la defensa del Tudelano encontró en Mañas su mejor socio, que definió de zurda a la escuadra, como antes de su debut con el primer equipo. El gol sirvió para revindicar el finalizador que siempre ha sido, para pedir responsabilidades a más de uno por su último mes y medio.
Por delante en el marcador, el Deportivo Aragón administró bien su ventaja a través de las piernas de Vacas, el trabajo en la sombra de Pinilla y Terrer y las manos de Acín, que firmó una intervención de otra categoría al filo del descanso que habría supuesto una tragedia. Los zagales buscaron el balón, el mayor de sus argumentos cuando se mezclaron los pequeños en la media. Superado, el Tudelano dibujó sus mejores acciones en el fútbol de transición, de golpes, gracias a la proyección de sus extremos. Sufrió Boaz más que Jaime Sánchez, cada vez más asentado y fiable.
El Deportivo Aragón se agarró a Beamonte
En la segunda, el juego se afeó, el Deportivo Aragón perdió pie en el partido y se aculó sobre Acín, como le pasó ante el Izarra hace un par de semanas. Firmes en la defensa del área, los de Larraz encontraron en Beamonte y Carrillo sus principales exponentes, el mayor de los soportes. El debut del segundo fue bueno, sólido en todas sus formas. Demostró sus condiciones técnicas a través de la salida de balón y Guiu y Rubio le examinaron en defensa, donde nunca llegó a mostrarse inferior.
Con la entrada de Linares y Vallejo, el Deportivo Aragón perdió profundidad, pero ganó firmeza por dentro y tablas en el otro fútbol. Larraz modificó su esqueleto, en unos cambios que fueron una pequeña traición a sí mismo. El Tudelano le castigó pronto, con Rubio en el centro de las operaciones, en una jugada que descubrió las carencias del perfil izquierdo de la línea de cinco.
La reacción llegó rápido, prácticamente de inmediato, y Beamonte restableció la ventaja a la salida de un córner. La situación en la tabla no le pesó al Deportivo Aragón. Supo sufrir en los últimos minutos, nadar en contra de la corriente y para el último tramo quedó Pablo Cortés, que en dos conducciones dejó una muestra de su fútbol y talento.
El Deportivo Aragón ganó varios partidos en uno solo. Hizo valer su puntualidad en área rival y tiró de individualidades para salvar el resultado en la propia. Los goles los pusieron Mañas y Beamonte, que se estrenó en Segunda Federación. El cierre no fue bonito, pero sí eficaz y la mejor de las noticias es que volvió a sonar Princesas en la Ciudad Deportiva.
Ficha técnica
Deportivo Aragón (1-4-3-3): Acín, Jaime Sánchez (Cardiel, 85’), Beamonte, Carrillo, Boaz; Terrer, Vacas, Pinilla (Linares, 69′); Aragües (Vallejo, 69′), Mañas (Kone, 85′), Cuenca (Pablo Cortés, 82′).
CD Tudelano (1-4-2-3-1): Peñalver; Arenal, Antonio, Del Amo, Riego; Lalo (Cotán, 46′), Otegui (Rementería, 46′); Guiu (Pol Prats, 68′) (Carrera, 88′), Delgado (Jeisson, 83′), Alayeto; Rubio.
Tarjetas: Amarilla a Delgado (35’), Aragües (48′), Cuenca (61′), Cotán (82′) y Cardiel (90+2).
Goles: 1-0 Mañas (18’), 1-1 Rubio (74′), 2-1 Beamonte (78′).