La Sociedad Deportiva Huesca y el Real Zaragoza llegan en un mal momento para enfrentarse en el ‘derbi’ aragonés del próximo sábado.
Todo se veía de distinta manera hace unos meses, cuando el Huesca atravesaba una de sus mejores épocas en la división de plata del fútbol español. Por el contrario, el club maño no ha acabado de encontrarse cómodo en esta temporada, donde las malas sensaciones y los escasos puntos obtenidos hacen que se forme un revuelo de enfado sobre la ciudad de Zaragoza.
Con objetivos muy distintos, el Huesca comenzó la primera parte de la temporada dando la sorpresa, enamorando a su público y sacando partidos hacia delante que parecían imposibles de sacar, llegando incluso a soñar con el ascenso a LaLiga Santander. La otra cara de la moneda, el Zaragoza, no ha sabido obtener resultados para cumplir el objetivo que se propuso a principio de temporada, y es que, ahora mismo, el club maño mira más hacia abajo que hacia arriba. En un 2017 desastroso para ambos conjuntos, los dos equipos aragoneses no saben lo que es ganar en este nuevo año y eso es una de las grandes preocupaciones del aficionado.
La cuesta de enero se ha hecho notar en las entidades aragonesas y es que el Zaragoza solo ha sumado 1 punto de los 12 posibles en este último mes habiendo marcado 1 gol en 4 partidos, siendo estos unos números muy pobres si el objetivo es entrar en el ‘playoff’ de ascenso. El Huesca no se queda atrás, ya que el equipo de Anquela no ha sido capaz de anotar en 2017 y ha sumado 2 puntos en los 4 partidos disputados este nuevo año.
Así, en la clasificación del mes actual, el primero del 2017, el Zaragoza es colista (1 punto) y el Huesca también ocupa plaza de descenso (2 puntos), por delante de Córdoba y Mirandés. Claro queda que la cuesta de enero les ha pasado factura a los dos equipos.
Hace unos meses nadie pensaba que este partido llegaría en una dinámica tan negativa para ambos, en la cual es muy complicado sumar de tres en tres y donde habrá más que tres puntos en juego que hacen falta como el comer. Está claro que tanto Juan Antonio Anquela como Raúl Agné tienen la última palabra y no se dejarán nada en el tintero.