HUESCA | El Huesca Real Zaragoza de este domingo (16.15) supondrá la mejor entrada de El Alcoraz para vivir un derbi que siempre es algo más que los tres puntos en juego. Ese beso al escudo de Francho en la ida tras derribar tan pronto el muro de Ziganda, el coraje de Jorge Pulido por jugar con máscara en La Romareda. Son esas cosas que invitan a vivir un partido distinto entre dos equipos que juegan en la misma liga, aunque cuenten con historial bien distinto. El pasado sirve para acodarse en la barra del bar y sacar pecho. Al final, lo que importa es el hoy y, sobre todo, cimentar, el mañana.
Los dos equipos se miden con poco que hacer en esta liga. Salvo sorpresa mayúscula el ‘play-off’ está lejos. Por fortuna, por futuro y por sobrevivir, el descenso, también. En juego sobre el prado de El Alcoraz estará la honra de los tres puntos en juego y aquello de acabar la temporada por encima del otro. Sin duda, un efímero premio, pero bueno, es lo que hay.
Hay una cierta sensación de que los de Escribá llegan a la cita con mejores prestaciones que los de Ziganda en cuanto a propuesta de juego e intensidad. Quizá allí esté la clave del encuentro; en cómo entren. En la primera vuelta, el Zaragoza delimitó pronto el territorio. Su voracidad apoquinó a los oscenses. En quince minutos zanjó el encuentro y envió a la lona a un Huesca superado. El Huesca tiene su seguridad defensiva y las variantes con su fondo de armario al que Ziganda tiene perfectamente enchufados como sus mejores armas.
Y el arranque será fundamental. Bien lo sabe Ziganda. El navarro no es precisamente nuevo en eso de los derbis y no puso escudo a la derrota en la primera vuelta. Le dolió. Lo reconoció sin disimulo alguno, lo ha recordado en rueda de prensa y es de esperar que su tropa salga muy intensa… como la de Escribá. Sobre el papel, la primera media hora de este derbi puede ser de áspera, con gran intensidad. José Antonio López Toca, el colegiado principal del partido, tendrá que medir excelentemente bien para impartir justicia. Por cierto, un técnico de muy grato recuerdo para la parroquia local ya que estuvo en los tres ascensos del Huesca: de Segunda B a Segunda y en los dos a Primera.
El Huesca en El Alcoraz es muy distinto al que juega fuera de su casa. Su propuesta es de más fútbol, aunque sigue con su objetivo de tejer una red defensiva de primer orden. El Zaragoza recupera su fortaleza por delante de Cristian. Vapuleado contra el Alavés y Málaga, y con Simeone como estilete, el delantero ha recuperado la chispa, está de dulce y se prevé un intenso duelo con Jorge Pulido.
La incorporación de Bebé le ha dado otro aire a este Zaragoza y habrá que ver qué entrenador apuesta por ser quien gobierne el balón. Al Huesca no le suele gustar, prefiere tenerlo poco y ser letal cuando goce de la ocasión propicia. El equipo de Escribá tiene más gusto por el cuero. Al final, lo importante será el resultado, sumar los tres puntos en juego más que el juego en sí. Porque los Huesca – Real Zaragoza o Real Zaragoza Huesca, hoy por hoy, son más que los tres puntos en juego.
ALINEACIONES PROBABLES
SD Huesca: Andrés, Ratiu, J. Pulido, Blasco, Florián; Juan Carlos, Timor, Sielva, Valentín; Obeng/Kanté, Joaquín.
Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Fran Gámez, Alejandro Francés, Jair Amador, Carlos Nieto; Francho Serrano, Tomás Alarcón, Alberto Zapater, Tiago Bebé; Miguel Puche, Giuliano Simeone